Londres introdujo una serie de sanciones y otras medidas punitivas contra Rusia en los últimos años, acusándola de supuesta intromisión en sus elecciones y de ser responsable del presunto envenenamiento del exespía del GRU Sergei Skripal en marzo de 2018. Sin embargo, el Reino Unido nunca presentó pruebas sólidas que respaldan estas afirmaciones.
Las autoridades británicas congelarán los activos rusos si encuentran evidencia que sugiera que dichos activos pueden usarse para amenazar la vida o la propiedad de los británicos, ha declarado la subsecretaria de Estado parlamentaria, Wendy Morton. Dijo además que Londres mantendrá las sanciones adicionales contra Rusia por la detención del activista de oposición Alexei Navalny bajo «revisión constante», pero se negó a dar más detalles.
«Sin embargo, no sería apropiado comentar en esta etapa sobre posibles designaciones futuras, ya que esto podría socavar su impacto», agregó Morton.
El subsecretario extranjero también expresó su preocupación por la continua construcción del gasoducto Nord Stream 2, sugiriendo que de alguna manera podría socavar la seguridad energética europea y privar a Ucrania de las lucrativas ganancias del tránsito de gas ruso. Su declaración se produce mucho después de que el presidente ruso Vladimir Putin asegurara a los socios europeos en el proyecto del gasoducto transnacional que el sistema de tránsito de gas de Ucrania se utilizará siempre que su uso siga siendo económicamente viable.