El 27 de enero por la mañana, cientos de simpatizantes del gobierno sirio salieron a las calles en las ciudades de Hasakah y Qamishli en el noreste de Siria para protestar contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Los manifestantes condenaron el asedio de las FDS a partes controladas por el gobierno de al-Hasakah y al-Qamishli, así como las acciones hostiles de las fuerzas turcas en la región noreste.
El asedio comenzó hace dos semanas con el objetivo de presionar a Damasco para que alivie las restricciones de seguridad en las áreas controladas por los kurdos en el norte de Alepo. Las fuerzas de seguridad de las FDS, Asayish, han estado impidiendo que todo tipo de suministros, incluidos alimentos, ingresen a partes de las dos ciudades controladas por el gobierno. Los estudiantes y empleados estatales también tienen prohibido salir.
Según la Agencia Árabe Siria de Noticias, los manifestantes fueron atacados por personal de Asayish, que les abrió fuego. El personal de Asayish también agredió a un camarógrafo de la televisión estatal siria y luego intentó arrestarlo. Sin embargo, logró escapar.
El gobierno de Damasco y las FDS están actualmente en conversaciones para poner fin al asedio y reducir la escalada de la situación. Según los informes, Rusia está facilitando las conversaciones en curso.
Las protestas en Hasakah y Qamishli probablemente no conducirán a una mayor escalada. Es probable que las FDS, por su parte, no retrocedan y levanten por completo el asedio en el corto plazo.