Unión Europea deja de respaldar al impostor Guaidó como presidente de Venezuela mientras Joe Biden renueva el apoyo de Estados Unidos


Los 27 estados de la UE han dicho que ya no reconocen a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, a pesar de un llamado del Parlamento Europeo hace unos días para que los gobiernos del bloque no degraden su estatus.

Después de reunirse en Bruselas el lunes, el Consejo Europeo dijo en un comunicado que «lamentaba profundamente» que las elecciones legislativas venezolanas del 6 de diciembre de 2020, donde Guaidó fue derrocado como jefe del parlamento, no se hayan celebrado democráticamente.

Si bien no reconoció a Guaidó como el jefe de Estado legítimo, el Consejo condenó el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, alegando que no había ayudado a poner fin a la « profunda crisis política » de Venezuela después de su disputada reelección en 2018.

El consejo también pidió la liberación de los presos políticos y la seguridad de los opositores políticos de Maduro, incluido Guaidó, a quien describió como un «interlocutor privilegiado», al tiempo que llamó a la oposición a unirse contra el presidente.

La semana pasada, la administración del presidente estadounidense Joe Biden afirmó su apoyo a Guaidó, y el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, prometió nuevas sanciones «más efectivas» en un intento por sacar a Maduro del poder.

Gran Bretaña también respalda a Guaidó como líder de Venezuela, mientras que el jueves los eurodiputados en Bruselas pidieron al Consejo Europeo que hiciera lo mismo en una resolución aprobada por una mayoría de 391 votos contra 114, pero finalmente fracasó.

La UE ya había dicho en una declaración del 6 de enero que no reconocería a Guaidó después de que perdió su puesto como jefe de la Asamblea Nacional en las elecciones de diciembre.

Guaidó anteriormente dirigió la Asamblea Nacional elegida en 2015, que ahora está controlada por Maduro, quien según Guaidó fue elegido de manera fraudulenta como presidente de Venezuela en 2018.

La nación sudamericana enfrenta una enorme crisis provocada por la hiperinflación y la emigración masiva, que ha provocado cortes de energía y escasez de alimentos.

La UE describió la situación el lunes como una «emergencia humanitaria desesperada».

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