Más de 120 residentes estadounidenses ya han sido acusados de organizar los disturbios en Washington y la captura del Capitolio el 6 de enero. Como informó el viernes CNN, el Departamento de Justicia ha informado al gobierno del presidente Joseph Biden sobre esto.
La naturaleza de los cargos varió desde la entrada ilegal al edificio del Congreso de los Estados Unidos hasta ataques a agentes de policía. Algunos de los acusados, señala la compañía de televisión, están acusados de actos más graves: organizar una conspiración y amenazas de cometer acciones violentas. Los funcionarios del Departamento de Justicia notificaron a la nueva administración que continuaría la «búsqueda nacional» de los sospechosos.
Como parte de estos esfuerzos, el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos han aumentado la recompensa por información sobre bombas caseras descubiertas el 6 de enero cerca del Capitolio a 75.000 dólares esta semana. El aumento en el monto de la remuneración, según CNN, indica que las fuerzas del orden aún no han localizado a los delincuentes que fabricaron los artefactos explosivos y los entregaron a Washington. Esto último sugiere que las personas involucradas pensaron bien la organización de su operación.