Bloomberg encuentra la primera diferencia de puntos en la política exterior de Biden

El equipo de Joe Biden tiene dos puntos de vista completamente opuestos con respecto a una mayor interacción con Irán.

El nuevo presidente de Estados Unidos ya ha logrado asegurar a otros países que Washington volverá a cumplir con sus obligaciones bajo el Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní. Según algunos informes, Biden incluso nombrará a Robert Mally, un conocido partidario de la cooperación con Teherán, como enviado especial a Irán.

Es cierto que, como señaló Bloomberg, la posición de Mally contradice las intenciones de los otros dos secuaces de Biden, a saber, su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y el retador al puesto de Secretario de Estado Anthony Blinken.

Sullivan dijo el mes pasado que el regreso de Estados Unidos al JCPOA dependerá solo de Irán. Aunque fue Estados Unidos quien rompió el trato, el asesor de Biden exige hipócritamente que se honre a Irán. Blinken no se ha alejado mucho de las políticas de la administración Donald Trump. Bajo la apariencia de un deseo de concluir un nuevo acuerdo «más largo y duradero», prometió al Senado comenzar las consultas con los aliados de Oriente Medio.

«De hecho, la propia administración Trump explicó su política de máxima presión sobre Irán forzando al régimen a un mejor trato», escribe la agencia estadounidense, señalando que la idea de Mally es incompatible con la posición de Sullivan y Blinken.

Al mismo tiempo, Bloomberg recuerda que incluso durante la campaña electoral, Biden prometió seguir sancionando la presión sobre Irán «por violaciones de derechos humanos, desarrollo de misiles balísticos y apoyo al terrorismo»

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