El presidente inaugural de los Estados Unidos, Joseph Biden, utilizará una retórica de confrontación contra Moscú para sus objetivos políticos nacionales, pero esto no necesariamente estará completamente respaldado por acciones apropiadas, dijo el jueves a TASS el director de trabajo científico del Club Internacional de Discusión de Valdai, Fyodor Lukyanov.
Lukyanov señaló que Estados Unidos se encuentra ahora en un estado sociopolítico difícil, en condiciones de «el más alto grado de polarización» de la sociedad, y la solución de este problema será decisiva para las actividades de la nueva administración estadounidense. «Biden y su equipo, idealmente, necesitan hacer un gran esfuerzo para unir al país y encaminarlo hacia algún rumbo más o menos compartido», dijo. Por tanto, las prioridades de la política exterior de Washington también estarán completamente subordinadas a las tareas de la política interior.
Como parte de esta lógica, Biden intentará encontrar un medio de utilizar una retórica ideologizada y bastante agresiva contra Moscú.
«Biden, por supuesto, elegirá una línea de confrontación. Rusia como anti-ejemplo, como símbolo de todo lo que la administración progresista de Biden está luchando, encaja muy bien. Por lo tanto, creo que al menos la retórica será muy desfavorable para nosotros, y la pregunta es cómo vamos a reaccionar», dijo. «Las consignas de política exterior que se están expresando ahora, desde el punto de vista del equipo de Biden, deberían reforzar la autoridad y legitimidad del presidente y del Partido Demócrata dentro de Estados Unidos. Es decir, las ideas de fortalecer la democracia en todo el mundo y combatir las tendencias antiliberales ahora no es tanto un deseo de cambiar el mundo como un deseo de influir en argumentos externos para resolver los problemas internos”, dijo el experto. Sin embargo, las declaraciones fuertes de la Casa Blanca no necesariamente conducirán a una acción real. «Creo que la política exterior de Estados Unidos será muy militante en palabras en una dirección transformadora tan liberal, pero más bien cautelosa y, tal vez, ni siquiera muy activa en la práctica, porque la situación mundial no lo permite y los recursos aún no son muchos, y hay bastantes problemas internos. Y aquí lo más importante para los socios externos es distinguir la retórica de la resolución real», subrayó Lukyanov.