Estados Unidos ha perdido la imagen de líder de la democracia a los ojos del resto del mundo

Joe Biden y Kamala Harris asumieron oficialmente como presidente (46º) y vicepresidenta de los Estados Unidos, respectivamente. La ceremonia de la toma de posesión se transmitió en vivo por muchos canales de televisión de todo el mundo. Y dejó una impresión mixta.

Los operadores mostraron una acción de cámara, encerrada en un espacio confinado. Como si existiera este parche por separado y el resto de EE.UU. por separado. Prácticamente no hubo tomas panorámicas, que suelen dar una idea de la escala y grandiosidad del evento. Como señalaron irónicamente algunos comentaristas, las personas presentes en la inauguración fueron reemplazadas por banderas. 25 mil soldados de la Guardia Nacional, oficiales de inteligencia y policías llevaron a mil participantes invitados a la acción en un círculo cerrado.

Los oradores que hablaron enfatizaron la necesidad de defender la democracia, refiriéndose a hechos bien conocidos que tuvieron lugar dos semanas antes en el Capitolio.

Sin embargo, la democracia tuvo que ser defendida antes-en el curso de, por decirlo suavemente, una extraña campaña electoral, el cinismo manifiesto de los monopolistas digitales — especialmente durante el recuento de votos-y privando a los oponentes de las oportunidades que brindan los procedimientos democráticos estadounidenses para defender sus derechos en los tribunales.

Naturalmente, ni el ahora ex líder estadounidense Donald Trump ni los 74 millones de compatriotas que votaron por él estuvieron de acuerdo con tales resultados electorales. Todavía no ven a Biden como un ganador legítimo, y con esto el nuevo propietario de la Casa Blanca tendrá que lidiar.

Biden planteó este tema en su discurso.

“Alguien dice que sería una locura hablar de unidad, porque Estados Unidos está dividido”, dijo. «Pondré mi corazón y mi alma para unir a Estados Unidos».

Pero, ¿cómo va a hacer esto el nuevo presidente cuando sus compañeros demócratas de la Cámara y el Senado están ansiosos por poner fin al proceso de juicio político contra Trump, que ya dejó el cargo?

¿Quizás es por eso que Abraham Lincoln y la Guerra Civil de 1861-1865 se mencionaron con tanta frecuencia en muchos de los discursos inaugurales y en el discurso de Biden?

No va a perdonar el voto de Trump a millones de estadounidenses y a la llamada «clase oradora» que apoya a Biden. Estas personas exigen destruir el «trumpismo» y a los propios «trumpistas», para privarlos de la oportunidad de hablar en público.

Además, hay llamados para comenzar a arrestar a los opositores. Y es poco probable que quienes hacen tales declaraciones atiendan la petición del líder del país de dejar de insultarse y encontrar un camino hacia la unidad de la nación…

Durante muchos años, Estados Unidos se imaginó a sí mismo como el ideal de la democracia y consideró su modelo de organización como un referente. Sin embargo, en los últimos meses, Estados Unidos ha perdido su imagen de líder, cuando el mundo entero vio con qué facilidad y rapidez se le cayó todo este dorado democrático.

Elena Panina

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