El Gobierno de Venezuela denunció hoy una nueva agresión de la administración estadounidense de Donald Trump, como parte de la estrategia de asfixia económica implementada contra la nación sudamericana.
Pocas horas antes del fin de su mandato, el presidente de Estados Unidos dictó nuevas medidas coercitivas contra individuos, compañías y buques vinculados a exportaciones venezolanas de hidrocarburos, de acuerdo con reportes de prensa.
‘Hasta el último día, la agresión supremacista e imperialista de Trump mantuvo su ensañamiento contra el pueblo de Venezuela, lanzando ataques y confiscando propiedades con el fin de destruir la capacidad del país de comercializar libremente (…) sus recursos petroleros’, señaló el Ejecutivo bolivariano en un comunicado.
El Gobierno venezolano destacó que el país permanece de pie y con la dignidad intacta, a pesar de los cuatro años de agresiones sostenidas y despiadadas, de indolencia y desprecio por el derecho internacional.
‘(…) quienes han gobernado a Estados Unidos durante este período salen desprestigiados, con el repudio de su propio pueblo al que defraudó con sus excesos supremacistas’, subrayaron las autoridades de Venezuela.
La administración estadounidense de Donald Trump redobló en el último cuatrienio la adopción de medidas coercitivas unilaterales, al punto de sistematizar un bloqueo económico, comercial y financiero contra el país sudamericano con el fin de generar un estallido social que condujera a un cambio de régimen.
Asimismo, Washington promovió el aislamiento político y diplomático del mandatario electo Nicolás Maduro, a través del reconocimiento de un pretendido presidente encargado en la figura del diputado opositor Juan Guaidó, acto de usurpación percibido en Caracas como intento de golpe de Estado.
El respaldo a un inexistente gobierno paralelo sirvió de pretexto a Estados Unidos y sus aliados internacionales para incurrir en el bloqueo de activos y bienes de Venezuela en el exterior y desconocer la institucionalidad del Estado venezolano.
Las autoridades de Caracas responsabilizaron además a la saliente administración estadounidense de apoyar planes y conspiraciones dirigidas a perpetrar asonadas golpistas e intentos de magnicidio en la nación sudamericana