La situación actual en la esfera del desarme nuclear es la peor desde el establecimiento del régimen de no proliferación hace más de 50 años, iniciado por Moscú y Washington, informa Nezavisimaya Gazeta. Es poco probable que la administración entrante de Biden elimine todos los obstáculos en el camino de la cooperación con Rusia en la esfera del control de armas y la no proliferación. La desconfianza mutua es demasiado grande para resolver rápidamente la situación actual. Sin embargo, existe la posibilidad de que a finales de enero se pueda establecer una atmósfera más favorable para los esfuerzos constructivos.
La primera oportunidad de este tipo surge debido a la inminente fecha de vencimiento del New Start (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) que es el 5 de febrero del 2021, que exige medidas urgentes para prolongarlo. Moscú ha instado repetidamente a Washington a no retrasar la extensión del tratado, que describe como el estándar de oro para el desarme. En una entrevista con el Financial Times en junio del 2019, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que si el Tratado New Start dejara de existir, «no habría ningún instrumento en el mundo para frenar la carrera armamentista».
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, cuya toma de posesión está programada para mañana 20 de enero, ya ha dicho que daría luz verde a una rápida prolongación del New Start por un período corto para comenzar conversaciones más sustantivas con Moscú sobre estabilidad estratégica. Según las fuentes de CNN, Biden cree que es importante extender el acuerdo New Start y usarlo como base para nuevos acuerdos sobre control de armas.
Alexei Arbatov, quien dirige el Centro de Seguridad Internacional en el Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, dijo a Nezavisimaya Gazeta que es probable que el tratado se prolongue, sin embargo, varios detalles deben aclararse de antemano, a saber, cuales sistemas rusos deberían incluirse en él. Moscú acordó que su sistema de misiles “Avangard” de última generación debería incluirse en el tratado. Lo mismo se puede aplicar al misil balístico intercontinental superpesado “Sarmat”, que se pondrá en marcha pronto.
Sin embargo, puede haber dificultades legales, dijo Arbatov al periódico. Si el New Start expira sin que se prolongue, la situación puede ser bastante preocupante, ya que las conversaciones sobre un nuevo tratado aún no han comenzado. Sin embargo, esta situación puede resolverse legal y políticamente, si existe buena voluntad de ambas partes. Puede haber una declaración conjunta de que las partes no violarán las disposiciones del tratado hasta que se prorrogue formalmente. No se estipula en ninguna parte que el pacto se prolongue en el momento en que expira.