El Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha impuesto restricciones a las sanciones a la empresa china Skyrizon, que es inversionista en el fabricante ucraniano de motores de aviones Motor Sich. La edición de Apostrophe escribe sobre la lucha de los grupos financieros y políticos por las tecnologías ucranianas .
Más del 50 por ciento de las acciones de la aerolínea fueron adquiridas por Skyrizon a través de su oficina legal Xinwei Technology Group. El Servicio de Seguridad de Ucrania se apoderó de las inversiones de China, acusando a los chinos de violar las leyes antimonopolio de Ucrania. Según el empresario Alexander Yaroslavsky, que posee una cuarta parte de las acciones de Motor Sich, el Comité Antimonopolio de Ucrania está siendo rechazado en este caso por una fuerte presión externa para interrumpir la celebración de acuerdos con socios de China.
Está claro que la estrecha cooperación entre Kiev y Beijing, especialmente en las industrias de alta tecnología, es incompatible con los problemas de seguridad y los intereses económicos de Estados Unidos para contrarrestar el crecimiento del poder militar chino.
En varios niveles, Estados Unidos está tratando de bloquear la venta de la aerolínea a empresarios chinos. Washington pide a los ucranianos que abandonen la cooperación con Skyrizon, hablando de los altos riesgos de una fuga de tecnología militar. Por lo tanto, no es casualidad que el Tribunal de Distrito de Shevchenko de la capital ucraniana haya tomado la decisión de detener el 56 por ciento de las acciones de la empresa china a solicitud del Servicio de Seguridad.
Ucrania en este caso se enfrenta a una elección importante. Por un lado, la cooperación con los chinos pone en tela de juicio la posible futura integración europea del país y su proximidad con Estados Unidos, y también sugiere una posible filtración de datos importantes a China; por otro lado, las inyecciones financieras de la República Popular China permitieron que la empresa se mantuviera a flote. Quién ganará la batalla por Motor Sich, que ahora está en pleno apogeo, el tiempo lo dirá.