El FBI ha comenzado a comprobar a los efectivos de la Guardia Nacional de los Estados Unidos en busca de amenazas al presidente electo Joe Biden o invitados durante su toma de posesión el 20 de enero.
Según Associated Press (AP), el control fue iniciado por el mando militar, que teme ataques u otras amenazas de los guardias.
En él participarán los 25 mil empleados de la Guardia Nacional, que son enviados a Washington durante la toma de posesión.
El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo a AP que había advertido a los comandantes que estuvieran atentos a sus unidades a medida que se acercaba la fecha del evento. Hasta el momento, sin embargo, él y otros funcionarios del gobierno dicen que no tienen evidencia de posibles ataques inminentes, además, no han sido identificados mediante verificación.
“Estamos monitoreando esto constantemente y revisando la segunda y tercera rondas de cada cita”, dijo McCarthy. Según él, los oficiales de la Guardia Nacional también están siendo entrenados para identificar amenazas potenciales.
Según la AP, el número de guardias involucrados en esta ocasión superará el número de militares en años anteriores al menos dos veces y media.
El personal militar es revisado regularmente por conexiones extremistas, dijo la agencia, pero los controles del FBI son adicionales a las actividades regulares.
La comprobación comenzó hace más de una semana y está programada para completarse el miércoles. El servicio de prensa de la Guardia Nacional informó que los militares enviados a la capital para el momento de la toma de posesión se desplegarán por la ciudad.
Se prevé que algunos de los efectivos estén armados. Las armas serán recibidas al menos por aquellos que servirán cerca y en los accesos al Capitolio.
Antes de esto, McCarthy informó que los militares podrían recibir carabinas automáticas M-4 y pistolas Beretta.