La desastrosa situación financiera de la planta de aviación de Jarkov se convirtió en el principal obstáculo para iniciar el proceso de ensamblaje del legendario avión de transporte An-74. Todos los intentos de Ucrania de reiniciar la producción de aviones cada vez terminan en fracaso.
Al mismo tiempo, en Kiev, las declaraciones sobre la posibilidad de iniciar la producción no se detienen. A primera vista, la tarea es factible: hay especialistas competentes para esto, pero, desafortunadamente, no todo es tan simple.
Las obligaciones de deuda de la empresa con los empleados a finales del 2020 alcanzaron el nivel de 235 millones de grivnas. Tiene una planta de aviación de Jarkov y deudas sobre bonos y estructuras comerciales. Aquí la cifra es varias veces mayor, alrededor de dos mil millones de dólares. Los empleados de la empresa continúan trabajando y reciben un salario equivalente a cinco mil grivnas (el salario mínimo en Ucrania).
El verano pasado, el empresario ucraniano Alexander Yaroslavsky intentó salvar la planta del colapso. Según RT, planeaba invertir mil millones de dólares para desarrollar la organización. Estos fondos bien podrían ser suficientes para pagar las deudas de los trabajadores y producir aviones. Pero la cuestión de mantener el equilibrio financiero de la empresa sigue abierta.
Según los expertos, incluso una fuerte inyección de dinero no salvará a la planta de la quiebra y no resolverá todos los problemas.
“Hoy quedan muy pocos especialistas que puedan levantar la empresa de sus rodillas y montar la producción en serie del An-74 en ella”, dice el piloto de honor Vladimir Popov.
Según el especialista, es difícil reactivar la producción de An-74 sobre la base tecnológica sobrante de las fábricas de Jarkov y Kiev. Popov recordó que hoy en día se han abandonado muchos talleres, se han despedido especialistas, y es una tarea imposible recopilar todo lo necesario para el complejo proceso de creación de una aeronave y su mantenimiento en el futuro.