China ha enviado un avión militar a Taiwán por séptimo día consecutivo, medida que parece más que todo una advertencia velada a la isla y Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán informó el domingo de la entrada de un avión de guerra electrónica Shaanxi Y-8 chino en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán (ADIZ, por sus siglas en inglés), donde sobrevoló las aguas entre Taiwán y la isla Dongsha (Pratas) en el mar de la China Meridional.
Taipéi, en respuesta, envió aviones para monitorear la aeronave china y emitió advertencias por radio. El Shaanxi Y-8 abandonó poco después la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán.
El establecimiento de una ADIZ permite a los países identificar, ubicar y monitorear aeronaves extranjeras que se aproximan a su espacio aéreo. Sin embargo, a diferencia del espacio aéreo territorial, el derecho internacional no estipula explícitamente ningún fundamento legal para la ADIZ.
El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán estableció una sección en su sitio web a mediados de septiembre de 2020 para hacer públicos los movimientos de aviones militares chinos cerca de Taiwán. Los registros muestran que China ha desplegado aviones militares en ADIZ de Taiwán todos los días de enero, excepto los días 1, 8 y 10 de enero.
Pekín, que considera Taiwán parte inseparable de su territorio, considera las patrullas y maniobras, tanto aéreas como navales, cerca de la isla como necesarias para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de China.
Las tensiones militares entre Pekín y Taipéi se han agudizado desde que Tsai Ing-wen ganó las elecciones como presidenta de Taiwán en 2016. La líder taiwanesa ha provocado la ira de la China continental por sus políticas separatistas y por su acercamiento a EE.UU., país que en los últimos años ha aumentado los contactos diplomáticos y apoyo militar a la isla.
Pekín ha amenazado una y otra vez a Taipéi con una guerra si sigue rechazando ser parte de “una sola China” y ha advertido tanto a la isla, como a Washington de no jugar con fuego.