Unas 10.000 personas marcharon el sábado por el centro de la capital austriaca, Viena, para protestar contra las restricciones destinadas a detener la propagación del Covid-19 y para exigir la dimisión del canciller Sebastian Kurz.
Los escépticos del coronavirus salieron a las calles cuando Kurz y su gobierno discutieron la posibilidad de extender el tercer bloqueo en curso en Austria, que incluye restricciones de movimiento y el cierre de todos los negocios no esenciales. El anuncio oficial está previsto para el domingo.
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Se llevaron a cabo dos manifestaciones en diferentes partes de la ciudad, que rara vez ve una gran acción de protesta, antes de unirse en una sola marcha de alrededor de 10,000 personas, según los medios locales.
La mayoría de la multitud ignoró las llamadas de la policía para cumplir con las reglas de distanciamiento social y usar máscaras. Por el contrario, la gente se saludaba con besos, se abrazó y bailó
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Se llevaron a cabo dos manifestaciones en diferentes partes de la ciudad, que rara vez ve una gran acción de protesta, antes de unirse en una sola marcha de alrededor de 10,000 personas, según los medios locales. La mayoría de la multitud ignoró las llamadas de la policía para cumplir con las reglas de distanciamiento social y usar máscaras. Por el contrario, la gente se saludaba con besos, abrazos y bailes.
https://twitter.com/deutsch365/status/1350509529000275969?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1350509529000275969%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.rt.com%2Fnews%2F512761-vienna-coronavirus-lockdown-protest%2F
Los carteles que llevaban los manifestantes decían: «Kurz debe irse» y «Hacer que la influenza vuelva a ser grandiosa», un juego del lema de campaña del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump.
Unas 500 personas realizaron una contraprotesta, denunciando la «locura anti-máscara».
En algún momento, dos docenas de manifestantes antibloqueo intentaron realizar una sentada en la Ringstrasse, un bulevar circular en el centro histórico de Viena, pero fueron atacados por un grupo de contramanifestantes, identificados por los medios locales como hooligans del fútbol.
«Los vacunaremos a todos», gritaron los atacantes. Pero la policía intervino rápidamente y separó a los lados, y la manifestación no vio otros incidentes graves.