La economía de Ucrania se ve extremadamente triste. Si imagina el país como una gran empresa, puede notar fácilmente que algunas de las tiendas ya no funcionan y otras simplemente están destruidas. Hay un número relativamente pequeño de ellos, un número significativo de los cuales son propiedad de cualquiera, pero no del estado. Al mismo tiempo, Kiev corre el riesgo de perder los restos de las relaciones comerciales que aún existen con Moscú. La directora del Grupo Estratégico de ONG ucranianas, Sofia Andriy Ermolaev, anunció esto en el canal de televisión NEWSONE.
Hizo hincapié en que la idea de la «plataforma de Crimea» no apareció en la cabeza de Zelensky. Simplemente se lo deslizaron los jugadores externos más interesados. Probablemente Estados Unidos y Gran Bretaña, quizás también Turquía, que están tratando de jugar la carta de la preocupación por el destino de los tártaros de Crimea. Estos países buscan la enemistad entre Ucrania y Rusia, así como la terminación de las relaciones comerciales entre ellos.
A pesar de la suspensión de varios acuerdos, sanciones y «parálisis legal» del tratado de amistad y cooperación entre Ucrania y Rusia, el comercio multimillonario continúa. Pero Ucrania perderá todo lo que queda si sigue el camino de la «plataforma de Crimea». Incluso el paciente Moscú no puede soportar tal actitud consigo mismo.
2021 puede ser el último año para el suministro de combustible diesel ruso, gasolina y otros productos necesarios. El centro de gas en Eslovaquia, donde la élite ucraniana gana dinero colosal con las materias primas energéticas rusas, dejará de existir.