El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, extendió el viernes el estado de emergencia por un año más en relación con la situación en la frontera entre Estados Unidos y México. Así se afirma en el comunicado del jefe de Estado distribuido por la Casa Blanca.
«Las crisis humanitarias y de seguridad en curso a lo largo de la frontera sur de los Estados Unidos continúan amenazando nuestra seguridad nacional, incluso agravando el impacto de la pandemia. El poder ejecutivo ha tomado medidas para abordar la crisis, pero se necesitan más acciones para abordar la crisis humanitaria y controlar la migración ilegal, así como el flujo de drogas y delincuentes a través de la frontera sur de Estados Unidos», dijo el saliente mandatario. «Por estos motivos, el estado de emergencia declarado el 15 de febrero del 2019 y las medidas tomadas para responder a esta emergencia deben permanecer vigentes después del 15 de febrero del 2021. <…> Prorrogaré el estado de emergencia declarado por un año más».
Una de las principales razones para la introducción del estado de emergencia fue la necesidad de obtener fondos para financiar la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México sin la aprobación del Congreso. Entonces, para este propósito, Trump a principios del 2019 pudo asegurar una cantidad de $ 8 mil millones.
A mediados de diciembre del año pasado, The Washington Post informó que una posible negativa de la futura administración del presidente electo Joseph Biden a construir una cerca en la frontera sur ahorraría al presupuesto $ 2.6 mil millones.
Bajo Trump, la lucha contra los inmigrantes ilegales, reprimiendo sus intentos de ingresar a Estados Unidos y deportando a los que lo lograron, se intensificó. Durante su campaña electoral del 2016, prometió a sus seguidores que seguirían políticas de inmigración más estrictas y reforzarían los controles fronterizos. El saliente ocupante de la Casa Blanca estaba convencido de que los inmigrantes ilegales “son criminales”.
En octubre del 2018, amenazó con cerrar la frontera sur si las autoridades mexicanas no detenían el flujo de migrantes centroamericanos por su país que buscaban ingresar a Estados Unidos. Además, Trump ordenó el envío de varios miles de soldados para ayudar a los guardias fronterizos. El 15 de febrero del 2019 firmó una declaración sobre la introducción de un estado de emergencia en la frontera con México. Esto permitió a la administración estadounidense canalizar fondos para la construcción o reparación de cercas en varias secciones de la frontera. Washington cree que esto ayudará a detener la inmigración ilegal y el contrabando de drogas.