El viernes, el jefe del ejército indio, general Manoj Naravane, advirtió contra poner a prueba la paciencia de su país, en un comunicado dirigido a los opositores, encabezado por China.
«No aconsejamos a nadie que ponga a prueba nuestra paciencia», dijo Naravane en un discurso ante el ejército en la capital, Nueva Delhi, con motivo del Día del Ejército, y agregó que la moral de sus fuerzas en Ladakh frente a su contraparte china «es más alta que los picos de las montañas que defienden”.
La región de Ladakh es una zona fronteriza que fue testigo de tensiones con las fuerzas chinas, a mediados del año pasado, que se desarrollaron en enfrentamientos armados que resultaron en decenas de muertos en ambos lados de la frontera.
El general destacó que la India es capaz de resistir en el frente oriental de Ladakh para lograr los objetivos nacionales, sin importar cuánto tiempo tome, en caso de que las negociaciones con Pekín al respecto se prolonguen.
Pero dejó en claro que Nueva Delhi está comprometida con la búsqueda de una solución a la crisis fronteriza indochina a través del diálogo diplomático y militar.
En cuanto a la situación de seguridad con el vecino Pakistán, Manoj Naravane anunció que entre 300 y 400 “terroristas”, como los describió, se encuentran en campamentos en la parte paquistaní de Cachemira y esperan la oportunidad de infiltrarse en la India.