El Tratado de Cielos Abiertos perderá su importancia y prácticamente dejará de funcionar después de que Rusia se retire, dijo el viernes a TASS el director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Andrey Kortunov.
«La participación de Rusia fue prácticamente la única razón por la que la parte occidental participó en este tratado. Por lo tanto, es probable que este tratado pierda su importancia en efecto. Incluso si otros países no lo abandonan formalmente, no operará en la realidad», subrayó el experto. Explicó que las partes restantes del acuerdo son principalmente miembros de la OTAN que no necesitan monitorearse entre sí porque comparten información de todos modos.
Según Kortunov, la declaración de Rusia sobre la retirada del Tratado de Cielos Abiertos no debería sorprender a nadie, ya que se ha dicho repetidamente que el tratado para Moscú no tiene sentido después de la salida de Washington. Recordó que Estados Unidos no había perdido mucho al renunciar al tratado porque aún podía recopilar datos de sus aliados de la OTAN que permanecían en el tratado sin realizar sus propios vuelos. Mientras tanto, Rusia perdió el acceso al espacio aéreo de Estados Unidos, lo que redujo significativamente su capacidad para monitorear la situación en el país.
«Con base en esto, [el presidente ruso Vladimir] Putin dijo que las condiciones de cooperación en este tratado se habían vuelto muy desfavorables y desiguales para Rusia sin los EE.UU. Por lo tanto, naturalmente, había quienes esperaban que Rusia no saliera [del acuerdo]. Sin embargo, se tomó la decisión y es muy lógica», dijo a TASS.
El 15 de enero, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció que Rusia comenzó la retirada del Tratado de Cielos Abiertos. Otras partes recibirán la notificación correspondiente cuando se completen los procedimientos internos.
Washington siguió acusando a Moscú de incumplimiento selectivo del tratado y de violación de varias cláusulas del tratado durante varios años. Rusia tiene sus propias quejas ante Washington con respecto a la implementación del tratado. En el 2017, Washington anunció la introducción de ciertas restricciones contra los vuelos de vigilancia rusos sobre territorio estadounidense, lo que llevó a Rusia a responder de manera similar. Estados Unidos se retiró del Tratado de Cielos Abiertos el 22 de noviembre.