La Ley Antibloqueo apunta hoy a la protección de las inversiones en Venezuela de los efectos del cerco económico, comercial y financiero implementado por Estados Unidos, según afirmó la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez.
En entrevista concedida a Venezolana de Televisión, la vicemandataria precisó que la normativa legal aprobada en 2020 por la Asamblea Nacional Constituyente contempla un régimen de confidencialidad, con el fin de asegurar la integridad de los inversionistas.
La dignataria subrayó los objetivos principales del instrumento jurídico, de promover la participación de los sectores empresariales nacionales en áreas productivas estratégicas del país, así como atraer capitales internacionales para reactivar la economía, afectada en los últimos años por las medidas coercitivas de Washington.
Al respecto, Rodríguez detalló que se suscribieron importantes acuerdos para la inversión en áreas como la minería, el petróleo, el turismo, donde los inversores del país podrán tener un impacto positivo en el desarrollo de la actividad económica nacional.
La Ley Antibloqueo resume la convocatoria a potenciar los motores productivos de Venezuela, aseveró la vicepresidenta, quien destacó además el rol fundamental en estos esfuerzos del poder popular organizado y la clase obrera.
Asimismo, subrayó como otro objetivo central la recuperación del salario y el nivel adquisitivo de los trabajadores, al cual tributarán los recursos generados a partir de la implementación del mecanismo jurídico.
Al presentar ante la Asamblea Nacional (Parlamento) el balance de la gestión gubernamental en 2020, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó el compromiso de pasar este año de una posición de resistencia defensiva a la contraofensiva y recuperación sostenida y sostenible en todos los sectores de la economía nacional.
El jefe de Estado hizo hincapié en la importancia de la Ley Antibloqueo para sortear los obstáculos de las denominadas sanciones, y avanzar de manera paulatina en la reactivación del aparato productivo y el incremento de los ingresos, con el fin de restituir al pueblo el estado de bienestar vulnerado por la guerra económica.
Reiteró además los planes de avanzar hacia el fortalecimiento de la economía digital y el uso de las criptomonedas, además de ampliar los mecanismos para facilitar el empleo de divisas extranjeras en transacciones nacionales, sin desestimar la recuperación del poder adquisitivo de la moneda local, el bolívar.
De acuerdo con cifras oficiales, las medidas de asfixia económica implementadas por Washington, en especial contra la industria petrolera venezolana, provocó en los últimos años la pérdida de alrededor del 99 por ciento de los ingresos en divisas de la nación sudamericana.