La administración de Estados Unidos continuó su estricto bloqueo económico de Irán esta semana, ya que Washington sancionó a más personas y entidades de la República Islámica.
Entre las entidades sancionadas por Estados Unidos esta semana se encontraba la farmacéutica Danesh Bonyan, que produjo una vacuna contra el coronavirus para la República Islámica.
No está claro por qué sancionaron a esta empresa iraní, ya que su explicación afirmaba que estaban «contribuyendo a la corrupción en Irán».
El miércoles, la administración del presidente estadounidense saliente, Donald Trump, impuso nuevas sanciones contra dos personas y 16 entidades, incluida la Empresa de Generación de Electricidad Abadan.
La administración estadounidense incluso impuso sanciones a los funcionarios de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Hashd Al-Shaabi), Abdel-Aziz Al-Muhammadawi («Abu Fadak»).
El secretario del Tesoro, Stephen Mnuchin, dijo que las organizaciones «permiten a la élite iraní continuar con el corrupto sistema de monarquía para grandes sectores de la economía iraní».
Irán ha criticado esta última ronda de sanciones impuestas a varias entidades e individuos, lo que los llevó a exigir el fin de estas medidas que buscan asfixiar la economía del país.