En la última exposición Army 2020, celebrada en agosto pasado en Moscú, una fuente industrial rusa había confiado en que el avión teledirigido de combate S-70 Okhotnik, desarrollado por Sukhoi, se utilizaría para interceptar aviones enemigos con armas de largo alcance. “Atacará a los objetivos aéreos antes de que se acerquen a la zona aérea a defender”, dijo.
Tal uso de un vehículo aéreo no tripulado de este tipo podría parecer sorprendente, ya que se habría imaginado más bien que se utilizara en entornos controvertidos para atacar y/o destruir sistemas de defensa aérea con misiles antirradar. A priori, tal papel debería recaer en el “Grom” [Trueno], un avión del tipo “Loyal Wingman” que está siendo desarrollado por el grupo ruso Kronstadt, que se encargaría de “perforar las defensas aéreas, encontrar los radares y destruirlos”.
Sin embargo, en diciembre, la agencia Ria Novosti reveló que el S-70 había realizado varios vuelos de prueba en una configuración de “caza-interceptor”, llevando misiles aire-aire inertes. Explicó que estos “vuelos eran para evaluar el acoplamiento de la aviónica del UAV con los sistemas de guía de misiles y el Su-57”, el avión de combate de quinta generación.
Sin embargo, una no excluye a la otra. De hecho, la misma agencia de prensa rusa informó el 12 de enero que el S-70 acababa de destruir un objetivo terrestre durante las pruebas realizadas sobre el polígono de Achuluk. “Bombas no guiadas de 500 kilos fueron lanzadas desde su bahía de carga útil”, dijo una fuente de la industria.
“El objetivo fue destruido con gran precisión, … el sistema de navegación y puntería del UAV que le permite utilizar tales municiones con una precisión comparable a la de las armas guiadas”, explicó la fuente. Sin embargo, esto está por demostrarse, ya que aún no se han publicado imágenes.
No obstante, según el interlocutor de Ria Novosti, el S-70 es capaz de apuntar “de forma autónoma a objetivos en tierra o con movilidad limitada, siempre que se le comuniquen las coordenadas, incluso en vuelo”.
Sin embargo, este avión teledirigido de combate, cuyo nombre significa “caza” en ruso, pronto tendrá que disparar misiles aire-aire.
“Como parte del programa de pruebas del vehículo pesado de ataque aéreo no tripulado S-70 Okhotnik, se han previsto pruebas de lanzamiento de misiles aire-aire guiados desde compartimentos internos sobre objetivos aéreos reales”, dice Ria Novosti. Estas pruebas están programadas para la segunda mitad de 2021. Este dron tiene dos bahías internas.
Como recordatorio, con una envergadura de 20 metros para una longitud de 14 metros y un peso de despegue de 20 toneladas, el S-70 es capaz de volar a una velocidad de 1.000 km/h, recorrer 6.000 km y transportar hasta 2,8 toneladas de municiones. Las primeras unidades operativas deberían entregarse en 2024.