El Gobierno de Venezuela rechazó hoy por injerencistas las recientes declaraciones del presidente de Guyana, Irfaan Alí, referidas a asuntos exclusivos de la jurisdicción interna sobre ordenación administrativa regional.
Almirante de EE.UU. visita Guyana en medio de tensiones con Venezuela
En un comunicado emitido por la Cancillería, el Ejecutivo bolivariano calificó de engañosas y confusas las aseveraciones del mandatario guyanés, respecto al Decreto Presidencial aprobado por el jefe de Estado, Nicolás Maduro, para la creación del territorio de la fachada atlántica venezolana.
Estas declaraciones se arrogan derechos aún no resueltos en la controversia territorial (sobre el Esequibo), y confirman el grave proceder de Guyana al disponer unilateralmente de un territorio controvertido mediante el otorgamiento de concesiones a emporios energéticos, denunciaron las autoridades de Caracas.
Asimismo, desestimaron la postura de Georgetown de quebrantar el Acuerdo de Ginebra de 1966, retardar el desarrollo de negociaciones políticas y pacíficas, además de otorgar concesiones en un territorio que no le pertenece.
Venezuela reiteró su rechazo a la decisión de Guyana de acudir a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, al elevar una demanda unilateral de objeto ilícito, en violación a un tratado válidamente depositado en la ONU.
Igualmente, lamentó que las declaraciones del Ejecutivo guyanés persistan en la confrontación y se alejen del camino de la negociación, ‘seducida por los intereses de la Exxon Mobil, claramente apoyada por el saliente gobierno de Donald Trump y su abusivo uso de la fuerza’, alertó.
Venezuela reiteró a Guyana la invitación a encauzar la controversia en el marco jurídico del Acuerdo de Ginebra, y rechazó cualquier intento de validar amenazas o agresiones contra la paz de la región, la soberanía e independencia.
La semana anterior, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, remitió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en la cual ratificó el apego al Acuerdo de Ginebra (1966) como único mecanismo viable para la solución negociada del conflicto limítrofe.
‘La dura experiencia histórica de agresiones económicas y despojos territoriales nos dejó como lección jamás someter nuestra soberanía a las decisiones de instancias internacionales que pongan en peligro nuestra independencia política e integridad territorial’, aseveró el dignatario.
Venezuela consideró ilegítimas las pretensiones de reconocer la validez del Laudo Arbitral de 1899, mediante el cual se le despojó de 159 mil kilómetros cuadrados de territorios al oeste del río Esequibo a favor de la entonces potencia colonialista del Reino Unido.