Dura vida en el Ártico, así son los asentamientos rusos de Barentsburg y Pyramiden

Durante los días polares no se pone el sol y los locales cubren las ventanas con papel. Cuando la temperatura sube hasta los +12°C se cubren de crema solar. Otra curiosidad es que esconden los gatos de las autoridades. Es un modo de vida, pero no como la conocemos.

“Muchos dicen que a la gente de aquí siempre les atacan los osos polares y que no puede salir de casa. No son más que tonterías”, dice Timoféi Rogozhin, jefe del centro de turismo del Ártico Grumant.

Habla de la vida en Barentsburg y Pyramiden, dos asentamientos rusos en el archipiélago noruego de Svalbard, en el océano Ártico. En los años 30, la compañía minera rusa Arktikugol compró tierras en esta zona. Actualmente, además de la minería de carbón, los residentes locales se dedican a la investigación y al turismo. La gente viene aquí para ver la aurora boreal y conocer la verdadera naturaleza del Ártico.