El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene intención alguna de abandonar el cargo o aceptar responsabilidad sobre el asalto al Capitolio de la semana pasada. Tampoco considera que su gabinete y el vicepresidente, Mike Pence, activarán la 25ª Enmienda, que daría luz verde a un proceso de su destitución.
Incluso si esto ocurriera o la Cámara de Representantes iniciase cómo está previsto un juicio político contra el mandatario, es poco probable que éste se materialice antes del próximo 20 de enero, cuando Joe Biden tomará posesión del Despacho Oval.
Es por ello que el republicano y sus allegados aprovecharán hasta el último minuto de su mandato para entorpecer el inicio del próximo gobierno y destacar algunos de los logros más controvertidos de la Administración Trump. Tampoco hay que pasar por alto los perdones e indultos que prevé conceder el presidente.
De momento, está previsto que el martes, Trump viaje a Alamo, Texas, en la frontera entre EEUU y México, para resaltar el trabajo de su gobierno en la construcción del muro. A día de hoy esta se postula como su primera aparición pública desde que se dirigió a sus partidarios el miércoles, multitud que posteriormente protagonizó el violento asedio al Capitolio del país.
Al mismo tiempo aprovechará su expulsión de redes sociales como Twitter para reavivar sus argumentos del sesgo anticonservador de las grandes tecnológicas del país. Enmarcando esta prohibición como un ataque directo a sus partidarios.
La incitación a la violencia por parte del mandatario provocó el viernes que Twitter cerrara para siempre su cuenta personal (@realdonaldtrump). Facebook ha aplicado una suspensión que durará por lo menos hasta que abandone la Casa Blanca. Snapchat (Snap) y Twitch (Amazon) también han implementado represalias. Al mismo tiempo Reddit prohibió permanentemente el fórum «donaldtrump» y Shopify eliminó de su plataforma las tiendas online TrumpStore.com y shop.donaldjtrump.com. PayPal tomó medidas similares.
Por su parte, Google retiró la aplicación Parler, afín a los seguidores de Trump, de su tienda por violar su política de conducta. Apple hizo lo mismo el sábado. Pero el golpe de gracia llegó de manos de Amazon, que también informó que retirará sus servicios a través de Amazon Web Services a Parler, lo que potencialmente podría cesar completamente su funcionamiento.
Trump y sus aliados republicanos han acusado durante mucho tiempo a las redes sociales de tener prejuicios contra los conservadores, a menudo alegando que estas silenciaban en secreto a destacadas voces afines al partido o al presidente saliente.
El todavía inquilino de la Casa Blanca podría todavía preparar alguna orden ejecutiva que trate de responder a estos hechos, sin embargo, cualquier decreto de último minuto será invalidado posteriormente por Biden. Además, sus intentos por derogar la sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones, que actualmente blinda legalmente a gigantes como Alphabet y Facebook de responsabilizarse del contenido que sus usuarios publican en sus plataformas, no han tenido éxito en el Capitolio.
Según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el viernes, alrededor del 57% de los estadounidenses quieren que el presidente sea retirado inmediatamente del cargo mientras que casi el 70% desaprueba las acciones de Trump que instigaron el ataque al Capitolio. No obstante, un grupo de congresistas republicanos que respaldaron la certificación de la victoria del Colegio Electoral del presidente electo, advirtieron que un juicio político contra Trump instigaría de nuevo a sus partidarios y perjudicaría los esfuerzos de Biden para unificar el país.
Bloomberg citó fuentes cercanas a la Casa Blanca que manifestaron que una destitución de Trump no haría más que convertirle en un mártir a ojos de sus seguidores. Recordemos que el republicano, pese a perder la elecciones del pasado 3 de noviembre, consiguió el voto de más de 74 millones de estadounidenses. Si Pence activase la 25ª Enmienda validaría la circulación de teorías que apuntan la insistente presión de los burócratas y el establishment de Washington por anular la presidencia de Trump desde el comienzo de su mandato.
Aún así, el presidente está cada vez más aislado dentro de su propia Administración. Trump no se preocupó por conocer el estado de su vicepresidente durante el asedio al Capitolio y ambos no han hablado desde entonces, según indican múltiples medios. Tanto Elaine Chao como Betsy DeVos, secretarias de Transporte y Educación respectivamente, presentaron su renuncia la semana pasada mientras el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, acortó su viaje al extranjero para facilitar la transición a la Administración Biden.