Presidente Maduro de Venezuela critica el “doble rasero” internacional en el asalto al Capitolio


El presidente de Venezuela cuestiona los pronunciamientos sobre el asalto al Capitolio de EE.UU., al recordar justificaciones a hechos similares en otros países.

“¿Cómo en Estados Unidos es sedición, odio y violencia, pero en Venezuela son protestas de la sociedad civil, son héroes de la sociedad civil?”, ha inquirido el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, durante un discurso pronunciado este domingo en el Palacio de Miraflores (sede presidencial).

En referencia a la medida de Twitter de suspender la cuenta del presidente saliente de EE.UU, Donald Trump, por incitación al odio y promoción de la violencia, ha criticado que esta red social no haga lo mismo cuando en Venezuela se han registrado disturbios e intentos de golpes de Estado. “No le suspenden la cuenta a Guaidó, a Leopoldo López y a los golpistas. Doble moral, doble rasero”, ha fustigado el mandatario.

En otra parte de su alocución, el jefe de Estado venezolano ha remarcado que el objetivo principal de Trump durante los cuatro años en la Casa Blanca ha sido atacar a Venezuela, “destruir” el país y asesinar a su presidente.

A continuación, ha expresado su esperanza de que, ahora que “en EE.UU. están descubriendo que [Trump] es un mafioso y racista”, también sean revelados los documentos donde el magnate estadounidense dio la orden para asesinar a Maduro.

En Estados Unidos, ha indicado Maduro, “están tomando un poquito de su propia medicina”, porque situaciones semejantes ha promovido Estados Unidos contra Venezuela. “Pero aquí estamos nosotros vencedores del odio, la maldad y de Donald Trump”, ha agregado.

Todo comenzó el miércoles 6 de enero con una convocatoria del aún presidente para que sus partidarios se concentren cerca de la Casa Blanca. En el mitin, Trump pidió a los participantes que se dirigieran al Capitolio para detener una sesión conjunta en la que los legisladores querían certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.

La situación ha sido considerada por muchos críticos de Trump como un “intento de golpe de Estado”.

Fuente