La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos está plagada de una escalada de la guerra del gas en las inmediaciones de Suecia por el gasoducto Nord Stream 2, escribe Svenska Dagbladet.
La publicación sueca cree que la entrada de Biden en el cargo no presagia un cambio en la actitud de Washington hacia el proyecto ruso.
Los periodistas recordaron que, cuando aún era vicepresidente, Biden dijo que con los oleoductos a lo largo del fondo del Mar Báltico, Europa «se volverá aún más dependiente» del combustible azul ruso. Nombró la mejor alternativa a este suministro de gas natural licuado de Estados Unidos.
Los autores del artículo destacaron que para Suecia el problema del Nord Stream 2 ya está resuelto, ya que en junio de 2018 el gobierno aprobó el tendido de un gasoducto a través de la zona económica sueca.
Sin embargo, a nivel de la UE, dicen los periodistas, este tema está causando controversia política en medio de la amenaza de sanciones estadounidenses. Al mismo tiempo, en términos políticos, Nord Stream 2 puede contar con el apoyo continuo del gobierno alemán.
«Nord Stream — 2»
El proyecto ruso implica la construcción de dos líneas de un gasoducto con una capacidad total de 55 mil millones de metros cúbicos de gas por año desde la costa rusa a través del Mar Báltico hasta Alemania. Estados Unidos se opone activamente a Nord Stream 2 y promueve su gas natural licuado en la UE, así como en Ucrania y varios países europeos. Washington impuso sanciones al oleoducto.
El proyecto está siendo implementado por Nord Stream 2 AG con el único accionista, Gazprom . Los socios europeos, Royal Dutch Shell , OMV , Engie , Uniper y Wintershall , financiaron la mitad de la construcción, hasta 950 millones de euros cada uno.
En diciembre de 2020, el operador del proyecto, con la ayuda del tiendetubos Fortuna, colocó una de las dos secciones sin terminar del gasoducto, en aguas alemanas. Está previsto utilizar el mismo buque en el último tramo sin terminar, en aguas danesas.