Imágenes por satélite revelan nueva destrucción en instalaciones de la ONU y campos de refugiados en Tigray

Imágenes por satélite captadas en la región etíope de Tigray, escenario a finales del año pasado de un cruento conflicto entre el Ejército y los rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TFLP), revelan nuevos episodios de destrucción, este mismo mes de enero, de instalaciones de Naciones Unidas, un centro médico, un instituto y viviendas en dos campos de refugiados eritreos en esta zona del norte del país africano.

 

 

Las imágenes captadas por Planet Labs Inc. muestran la destrucción en los campamentos de Hitsats y Shimelba, que acogían, respectivamente y antes del inicio del conflicto, a 25.000 y 8.000 refugiados, según los datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

«Las recientes imágenes indican que las estructuras en ambos campos están siendo atacadas de manera intencionada», según el analista de la ONG sobre investigación y análisis de seguridad DX Open Network, Isaac Baker, que las percibe como consecuencia de «incendios sistemáticos y generalizados, consistentes con una campaña intencionada privar (a los refugiados) del uso del campo».

DX Open Network ha estado siguiendo el conflicto y analizando datos de imágenes de satélite desde el 7 de noviembre, tres días después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, declarara la guerra contra el grupo disidente.

El Gobierno de Etiopía anunció la victoria contra los rebeldes el 28 de noviembre después de que las fuerzas federales capturaran la capital regional de Mekelle. Abiy habló de la necesidad de reconstruir y devolver la normalidad a Tigray en ese momento.

En Shimelba, las imágenes muestran tierra quemada por aparentes ataques ocurridos en enero. También han resultado destruidas una instalación de almacenamiento del Programa Mundial de Alimentos y una escuela secundaria administrada por la Comisión de la Iglesia de Desarrollo e Inter-Ayuda, según el análisis de DX Open Network.

Además, entre el 5 y el 8 de enero también resultaron atacados un centro de salud administrado por la Agencia Etíope para Asuntos de Refugiados y Retornados situado junto al complejo del PMA. El Gobierno etíope no ha dado su versión al respecto.

En el campamento de Hitsats, a unos 30 kilómetros de distancia, había al menos 14 estructuras en llamas y otras 55 fueron dañadas o destruidas para el 5 de enero. Este mismo viernes han ocurrido nuevos incendios, según el análisis de DX Open Network.

ACNUR no ha tenido acceso a los campamentos desde que comenzaron los combates a principios de noviembre, según Chris Melzer, responsable de comunicaciones de la agencia, aunque ha podido llegar a sus otros dos campos, Mai-Aini y Adi Harush, que se encuentran al sur, dijo.

«No tenemos información confiable de primera mano sobre la situación en los campos o el bienestar de los refugiados», ha declarado Melzer en referencia a Hitsats y Shimelba, según comentarios recogidos por Bloomberg.

Las tropas eritreas han estado involucradas en los combates y están acusadas de saquear negocios y secuestrar refugiados, según trabajadores humanitarios y diplomáticos informados sobre la situación. Los gobiernos de Etiopía y Eritrea han negado que las tropas eritreas estén involucradas en el conflicto.

La ONU avisa que que los combates continúan en varias áreas de Tigray y que 2,2 millones de personas han sido desplazadas en los últimos dos meses. El acceso a la región para periodistas y analistas independientes sigue siendo limitado, lo que dificulta la verificación de los hechos.

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