El 9 de enero, las posiciones de los extremistas en el norte de Lataquia, una parte de la región noroccidental de Siria de la provincia de Idlib, fueron blanco de una serie de ataques aéreos rusos.
Los ataques aéreos rusos, que se convirtieron en los primeros en el 2021, involucró contra varias colinas en las afueras de la ciudad de Kabani. La ciudad es un baluarte infame de muchas facciones terrorista de al-Qaeda, incluyendo Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), el Partido Islámico de Turkestán y Ajnad al-Kavkaz.
Los ataques aéreos en Kabani fueron realizados por aviones de ataque Su-24M, que despegaron de la Base Aérea Hmeimim de Rusia en el campo sur de Lataquia.
Un día antes, la Sala de Operaciones al-Fateh al-Mubeen, dirigida por el grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham, apuntó a posiciones militares sirias en el norte de Lataquia. Fuentes de la oposición afirmaron que varios soldados sirios y un oficial ruso resultaron heridos. Los ataques aéreos de hoy probablemente fueron una respuesta a ese ataque.
Los extremistas de Idlib se han vuelto cada vez más agresivos. El alto el fuego en la región, que fue negociado por Rusia y Turquía el 5 de marzo de 2020, se está violando a diario.
El acuerdo del 5 de marzo hasta ahora no ha logrado estabilizar el la provincia siria de Idlib. Los extremistas de la región aún no están dispuestos a aceptar los esfuerzos pacíficos. Parece ser necesaria una operación a gran escala para abrir la autopista Lataquia-Alepo, M4, así como para restaurar la estabilidad allí.
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— ZOKA (@200_zoka) January 9, 2021