El 8 de enero, el ejército israelí arrojó folletos sobre la ciudad drusa de Hader en la gobernación de al-Quneitra, en el sur de Siria, advirtiendo a los residentes que no apoyaran a Hezbolá del Líbano.
El ejército israelí afirmó que Hezbolá planea convertir a Hader en un bastión para sus combatientes. En los folletos, el grupo también fue acusado de difundir «drogas y venenos» en la gobernación de al-Suwayda, de mayoría drusa.
“Observen y aprendan”, dicen los folletos. «Aquellos que cooperan con Hezbolá y trabajan dentro de su marco terrorista serán el objetivo».
El ejército israelí lanzó volantes sobre la región sur de Siria antes. Sin embargo, los folletos anteriores contenían amenazas a los militares, no a los civiles.
A principios de esta semana, el ejército israelí lanzó volantes sobre Daraa con una amenaza directa al comandante de la 112° Brigada del 1° Cuerpo del Ejército Árabe Sirio, el Brigadier general, Basil Abu Eid, quien fue acusado de supuestamente cooperar con Hezbolá.
Los folletos se lanzaron unas horas después de los ataques israelíes, que alcanzaron muchos objetivos, incluido un edificio junto al lado de la oficina del Brigadier general, Eid.
El ejército israelí ha intentado intimidar al personal del Ejército Árabe Sirio y a los civiles en la región sur de Siria. Por otro lado, estas amenazas pueden ser contraproducentes y alimentar más odio contra Israel.