La mayoría de los rusos no pueden imaginarse una comida sin una buena sopa, lo cual no es un problema, ya que tienen muchas opciones para elegir. Te contamos la historia que hay detrás de esta tradición culinaria.
Caliente de adentro hacia afuera
Rara vez hace mucho calor en Rusia. La lluvia, el viento y las heladas son mucho más comunes en la mayoría de las regiones. ¿Qué hacer cuando tienes que levantarte e ir a trabajar? Piensa además que antes no se iba a una cálida oficina, como las que tenemos ahora, sino que lo habitual era trabajar al aire libre o en una gran fábrica fría. A la hora del almuerzo o cuando la gente llegaba a casa para descansar del frío, realmente querían calentarse lo más rápido posible y una sopa espesa y nutritiva era la mejor manera de hacerlo. Una buena sopa te calienta desde el interior y te ayuda a recuperar rápidamente tus fuerzas.
También hay sopas frías en la cocina rusa, pero se cuentan con los dedos de una mano: svekolnik (o jolodnik, una versión fría del borsch) , okroshka (una especie de ensalada con kvas que se asemeja a una especie de bebida gaseosa con pan) botvinya y turia.
La comida líquida es buena para el estómago
En Rusia se dice que si no comes sopa tendrás una úlcera de estómago. En realidad este consejo no suena muy científico y sabemos que las úlceras se deben a ciertas bacterias en el intestino y a los malos hábitos alimenticios. Sin embargo, es cierto que se digieren mejor algunas verduras (remolacha, zanahoria, patatas) si están hervidas y en líquido. Por supuesto, el caldo, hecho a base de huesos, no de cubos, también es muy saludable y contiene mucho colágeno, que es útil para las articulaciones.
Hay otra razón por la que las sopas se consideran tan buenas, y es la gran importancia que se le da al pan en la dieta rusa. Los panes, pasteles y galletas no solo se comían en casa, sino que también se llevaban al trabajo y a los viajes. Se creía que no se debía comer pan solo, sino que había que, al menos, acompañarlo con un líquido como té o sopa.
Por esta razón en Rusia las sopas se suelen servir con pan, incluso todavía hoy. Por ejemplo, la sopa de pescado, llamada uja, se sirve con un pastelillo llamado rasstegai o el borsch de remolacha viene con un bollo, y la shchi de col se acompaña con pan de centeno.
Problema de almacenamiento de alimentos
Las sopas se han cocinado desde la antigüedad debido a las temporadas agrícolas. Mientras que las verduras y frutas frescas pueden estar disponibles casi todo el año en España, México o Argentina, no es el caso en las latitudes del norte de Rusia. Aquí la temporada de cosecha es muy corta y hasta hace poco la gente de los pueblos sólo comía las cosas que ellos mismos cultivaban. Recogían coles, nabos, remolachas, patatas y cebollas a principios de otoño y las comían hasta la primavera, guardándolas en su bodega. Para usar estas verduras, primero había que hervirlas bien para que se ablandaran.
Si miras las recetas de sopas rusas, resulta que la mayoría de ellas están hechas principalmente de ingredientes de larga duración. El rassolnik proviene de cereales y encurtidos, la solianka de encurtidos y restos de carne ahumada, y el schi se hace con col.
Forma inteligente de alimentar a la familia
Como casi todas las cocinas tradicionales del mundo, los platos rusos más populares fueron inventados por gente pobre cuyo objetivo principal era alimentar a familias numerosas con un esfuerzo y un coste mínimos. Las sopas son una gran manera de estirar unos pocos ingredientes en muchas porciones y también una forma perfecta de hacer uso de las sobras. Grandes ollas de sopa podrían proporcionar a una familia el almuerzo durante varios días.
Los rusos actuales siguen haciéndolo y es habitual que cocinen unos pocos litros de sopa para comer durante la semana y la calienten en el microondas según sea necesario. Y lo que es más, estas sopas no solo no se estropean, sino que pueden mejorar cuando pasan los días.