Los bomberos desplegaron unidades caninas y un dron para buscar los restos después de que se abriera un sumidero gigante en el aparcamiento de un hospital de Nápoles.
El sumidero, que se tragó varios coches al abrirse, tiene aproximadamente 20 metros (65 pies) de profundidad y 50 metros (164 pies) de ancho.
Según fuentes de noticias locales, los testigos informaron de un rugido antes de que se derrumbara el estacionamiento, mientras que la policía local y los servicios de bomberos informaron que no hubo víctimas como resultado del derrumbe. La apertura del abismo obligó al Hospital Ponticelli a cerrar temporalmente su unidad de coronavirus cuando se interrumpieron los suministros de agua y electricidad.