El primer ministro húngaro ha redoblado sus conversaciones con los productores de vacunas Covid-19, desafiando un plan de adquisiciones gestionado por Bruselas. Viktor Orban está descontento con el ritmo de vacunación que la UE puede apoyar.
«Si solo confiamos en las vacunas occidentales, las restricciones tendrán que mantenerse durante varios meses más», dijo en una entrevista el viernes, refiriéndose a la decisión de su gobierno de prolongar las medidas de bloqueo hasta el próximo mes. “Si podemos encontrar una vacuna segura y probada en otro lugar, podemos acelerar el proceso.
En declaraciones a Kossuth Radio, con sede en Budapest, el primer ministro reiteró que Hungría estaba negociando con los productores de vacunas en China, Rusia e Israel sobre posibles compras. Mientras tanto, el gobierno de la UE insiste en que todas las adquisiciones de vacunas deben pasar por Bruselas y estar sujetas a las decisiones reglamentarias del organismo de control de drogas del sindicato.
Orban señaló que Gran Bretaña, que ya no es miembro de la UE, se ha beneficiado de la diversificación de sus suministros de vacunas. «Los británicos, en lugar de dejar que Bruselas lo haga, negociaron ellos mismos y ahora están en un estado mucho mejor», dijo Orban.
Hungría puede estar entre los miembros de la UE que más expresan su descontento con el plan de adquisiciones, pero no es el único que va a espaldas de Bruselas. Alemania anunció el lunes que había llegado a un acuerdo con BioNtech, con sede en Mainz, para suministrar 30 millones de dosis adicionales de la vacuna que la compañía desarrolló con Pfizer.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió el viernes a los estados que negociaban con otros países, cuando anunció compras adicionales del fármaco Pfizer / BioNtech realizadas por Bruselas.
El único marco en el que estamos negociando es como 27 ”, dijo, refiriéndose al número de miembros de la UE. «Hacemos esto juntos, y ningún estado miembro sobre esta base legal vinculante puede negociar en paralelo o tener un contrato en paralelo».
Orban es bien conocido por su euroescepticismo y su defensa de mantener más poderes en manos de gobiernos individuales. En la entrevista, dijo que la situación con las vacunas «nos lleva a la cuestión fundamental de que solo se deben transferir a Bruselas aquellos derechos que estamos seguros se gestionarán mejor allí».