En los Estados Unidos, un médico murió poco más de dos semanas después de haber sido vacunado con la vacuna Pfizer, escribe el Daily Mail, citando a su esposa.
La esposa del fallecido, Heidi Nekelmann dijo que su esposo Gregory Michael, de 56 años, fue vacunado el 18 de diciembre y murió 16 días después.
“Creo que su muerte estuvo 100 por ciento relacionada con la vacuna. No hay otra explicación”, dijo Nekelmann.
Según ella, Michael llevaba un estilo de vida activo, no fumaba, solo bebía alcohol ocasionalmente. Además, durante un chequeo médico, no se le encontraron enfermedades.
Tres días después de la vacunación, el hombre notó manchas rojas en brazos y piernas, lo que indica hemorragia subcutánea. En el examen, el médico encontró una aguda escasez de plaquetas.
Los médicos le diagnosticaron púrpura trombocitopénica idiopática, una enfermedad en la que el cuerpo toma las plaquetas en lugar de cuerpos extraños y le indica al bazo que las destruya. Los médicos intentaron salvar al hombre, pero el 3 de enero, el hombre murió de una hemorragia cerebral, incluso antes de que se suponía que debía someterse a una cirugía.
El servicio de prensa de Pfizer destacó que están investigando el caso de la muerte de Michael. Los especialistas de la compañía también señalaron que aún no ven una conexión directa entre la vacuna y la muerte del hombre.
Anteriormente, un paciente en un hogar de ancianos en Lucerna, Suiza, murió después de ser vacunado con la vacuna Pfizer, pero la autoridad supervisora del mercado de medicamentos de Swissmedic explicó que el hombre de 91 años padecía varias enfermedades graves que podrían causarle la muerte.
Además, la doctora portuguesa Sonia Acevedo, de 41 años, falleció tras ser vacunada por Pfizer. La mujer murió 48 horas después de la inyección. Se realizará una autopsia para conocer las causas de la muerte.
El fármaco BNT162b2 de la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech se convirtió en la primera vacuna contra el COVID-19 aprobada por la Unión Europea.