España y Reino Unido mantienen conversaciones para cerrar un acuerdo bilateral en materia de seguridad y defensa, después de la salida de los británicos de la Unión Europea. Este convenio incluirá la lucha contra el yihadismo, la ciberdefensa, las misiones militares conjuntas y la industria de defensa, y pretende regular también la actividad de la base británica en Gibraltar, según publica el diario El País.
El acuerdo para el Brexit aprobado por la Unión Europea y el Reino Unido el pasado 24 de diciembre no cuenta con un capítulo específico sobre política exterior y de defensa, por lo tanto, cada país europeo tiene un amplio margen para establecer una relación bilateral en este ámbito.
El nuevo convenio apuesta por ir más allá del actual marco de cooperación en el seno de la OTAN y busca acuerdos, por ejemplo, a nivel industrial. La salida de la UE no parece que vaya a tener efectos, por el momento, sobre las alianzas en el sector de la defensa en las que participan compañías británicas.
En este apartado, cabe recordar que España y Reino Unido forman parte de programas industriales europeos como el caza de combate Eurofighter. La relación es estrecha en otras áreas como el desarrollo de motores tanto civiles como militares, donde la española ITP Aero está controlada por la británica Rolls Royce desde 2018.
Base militar de Gibraltar
Otro punto importante será la base militar de Gibraltar. En la actualidad, como recoge el diario El País, España no permite a los buques que atraquen en estas instalaciones echar el ancla antes o después en puerto español y tampoco autoriza que los aviones militares con destino a la colonia crucen el espacio aéreo español.
La OTAN informa hasta la fecha al Gobierno español sobre la visita de submarinos británicos a Gibraltar, sin que haya una comunicación directa entre los ministerios de Defensa de ambos países. El acuerdo persigue en este caso establecer nuevas medidas para evitar conflictos y encontronazos en un futuro.
El anuncio de las negociaciones se produce pocos días después del acuerdo entre Londres y Madrid para incorporar el Peñón al espacio Schengen en el que España pasará a controlar, con el apoyo de la agencia europea Frontex, la entrada por el puerto y el aeropuerto de Gibraltar.