Irak está demandando a Estados Unidos por usar armas nucleares durante la Guerra del Golfo y durante la Guerra de Irak. Esto fue informado por la agencia de noticias Al Maalomah.
El asesor legal del parlamento iraquí, Hatif al-Rikabi, presentó una demanda ante el tribunal de Estocolmo el 26 de diciembre del 2020. El documento contiene reclamaciones de indemnización de Estados Unidos por las consecuencias del bombardeo de instalaciones nucleares en Irak en la década de 1990 y por el uso de municiones de uranio empobrecido durante la invasión del país en el 2003.
Como resultado de las acciones de Estados Unidos, el territorio de Irak estuvo expuesto a la contaminación por radiación, lo que provocó un fuerte aumento de la incidencia de cáncer. En 1990, había un promedio de 0,4 casos de cáncer por mil habitantes del país, pero para el 2005 esta cifra había aumentado a 16 casos por mil.
El uranio empobrecido se utiliza como núcleo en proyectiles incendiarios perforantes. Después de la detonación de la munición y la partición de la varilla, el polvo de uranio se deposita en el suelo, pasa al agua y al aire, por lo que se transporta a largas distancias. Las partículas radiactivas ingresan al cuerpo humano junto con el agua contaminada y los alimentos cultivados en suelo contaminado. No se excretan del cuerpo.
Se utilizaron municiones similares en el bombardeo de Yugoslavia por aviones de la OTAN. Una comisión especial de la ONU descubrió que de 11 objetivos que fueron alcanzados con municiones de uranio, 8 estaban gravemente contaminados. A decenas de participantes en la guerra se les diagnosticó cáncer.
El Parlamento Europeo ha adoptado repetidamente resoluciones en las que solicita una moratoria sobre el uso continuado de armas de uranio empobrecido. Francia y el Reino Unido han rechazado constantemente estas llamadas, alegando que el uso de tales municiones es legal y que cualquier afirmación de riesgos para la salud es completamente infundada.