El documento es toda una llamada de alerta ante la actitud de Donald Trump y de parte del Partido Republicano tras la derrota electoral del presidente en las elecciones del 3 de noviembre. Pero no es la primera.
Los diez secretarios de Defensa vivos de Estados Unidos han escrito una carta demandando al Gobierno de Donald Trump que deje de obstruir la transferencia de poderes al ganador de las elecciones, Joe Biden y expresando su temor ante una involucración de las Fuerzas Armadas para impedir el normal desarrollo del proceso constitucional.
Los signatarios -8 republicanos, y 2 demócratas- que han ejercido el cargo con 5 presidentes -3 republicanos, 3 demócratas- afirman en el escrito que «los esfuerzos para involucrar a las Fuerzas Armadas en la resolución de disputas electorales podría llevarnos a un territorio inconstitucional, ilegal, y peligroso». Los ex secretarios de Defensa declaran que «los altos cargos militares y civiles que dirijan o lleven a cabo esas medidas deberán ser considerados responsables, lo que incluye responsabilidades penales, por las graves consecuencias que sus acciones pueden tener para nuestra República». La carta fue publicada en el ‘Washington Post’ este domingo a las 5 de la tarde hora local (11 de la noche de la Península Ibérica).
Es toda una llamada de alerta ante la actitud de Donald Trump y de parte del Partido Republicano tras la derrota electoral del presidente en las elecciones del 3 de noviembre. Pero no es la primera. Ya el 18 de diciembre, el secretario del Ejército, Ryan McCarthy, y el comandante en jefe de esa rama de las Fuerzas Armadas, James C. McConville, habían declarado en un comunicado conjunto que «las Fuerzas Armadas no tienen ningún papel que jugar en la elección del presidente».
En agosto, ese mismo mensaje, palabra por palabra, fue enunciado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley. Hace dos semanas, sin embargo, el ex jefe de la inteligencia militar, Mike Flynn -condenado por su participación en la ‘trama rusa’ y perdonado por el presidente- propuso a Trump, durante una reunión en la Casa Blanca, la instauración de la ley marcial en varios estados en los que perdió las elecciones y la repetición de los comicios.
El documento directamente recuerda en su segundo párrafo la Guerra Civil de 1861 a 1865, desencadenada cuando 11 estados se declararon independientes tras la elección de un presidente, Abraham Lincoln, que se oponía a la expansión de la esclavitud hacia los nuevos territorios del Oeste. «Las elecciones estadounidenses y la transición pacífica de poder que de ellas resulta son sellos distintivos de nuestra democracia. Con una trágica y singular excepción que costó más vidas estadounidenses que todas las demás guerras de nuestro país juntas, Estados Unidos tiene un historial que nunca se ha roto de transiciones de poder desde 1789 incluyendo épocas de tensión partidista, guerra, epidemias, y depresión económica. Este año no debería ser una excepción».
Entre los firmantes están Mark Esper y James Mattis, que ejercieron el cargo con Donald Trump. Esper fue, precisamente, cesado del cargo por el presidente en noviembre, tras las elecciones, en unos días marcados por el reemplazo por Trump de gran parte de su equipo de seguridad y defensa, lo que ocasionó temores de algún tipo de ‘ruido de sables’ en EEUU ante la negativa del presidente a reconocer su derrota electoral. Al menos uno de ellos, Donald Rumsfeld, votó por Trump en las elecciones de 2016.
El documento, publicado en el ‘Washington Post’, es muy rotundo a la hora de valorar los comicios y la actitud del Gobierno de Donald Trump, y declara vencedor a Joe Biden, aunque sin mencionar a ninguno de ellos. «Nuestras elecciones han ocurrido. Los resultados y las auditorias [del voto] se han llevado a cabo. Las cuestiones legales han sido decididas por la Justicia. Y el Colegio Electoral ha votado.
La hora de cuestionar los resultados ha pasado», declaran. En concreto, afirman que «es imperativo que la transición en el Departamento de Defensa sea llevada a cabo de manera completa, transparente, y cooperadora». Precisamente, el Departamento de Defensa se ha negado a colaborar con el equipo del presidente electo Joe Biden.