El Pentágono no puede cerrar el programa para el desarrollo de cazas F-35 fallidos, porque ya se han invertido fondos colosales en este proyecto, dicen los expertos estadounidenses.
La producción del caza Lockheed Martin F-35 se pospone nuevamente indefinidamente. El Pentágono dijo que la nueva fecha se anunciará «en base a una revisión técnica independiente».
«A pesar de la entrada oficial en servicio en el 2014, (del F-35) todavía está muy lejos de estar completamente listo para el combate y puede ser inadecuado para operaciones de combate de alta intensidad hasta el 2025», escriben los expertos de Military Watch.
Como versión oficial del próximo retraso con el F-35, las autoridades estadounidenses señalaron «problemas técnicos», y también se refirieron a las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, los observadores militares creen que el Pentágono ha invertido sumas tan grandes en cazas que se hizo imposible cancelar el proyecto, incluso con todo su fracaso.
“Aunque el F-35 era un caza pequeño con menos énfasis en el combate aéreo de alta gama, el desarrollo fue extremadamente costoso y sufrió importantes sobrecostos, con costos de desarrollo que superaron los $ 400 mil millones, las inversiones en el programa fueron tan importantes que la cancelación fue imposible”, escriben los expertos.
Por el momento, las autoridades estadounidenses se enfrentan a la pregunta de si están dispuestas a seguir invirtiendo el presupuesto en un proyecto fallido o aún admiten su fracaso en el sector de la aviación.
Según el experto militar Yuri Knutov, los diseñadores cometieron una serie de errores al desarrollar el F-35. Además del hecho de que se ha invertido mucho dinero en el proyecto, los cazas necesitan una actualización constante, sin la cual no podrán realizar ni las tareas más simples en el aire.