El liderazgo japonés ha comenzado a considerar la posibilidad de introducir un régimen de emergencia en el país debido a la situación con la propagación del coronavirus, anunció este lunes el primer ministro Yoshihide Suga en conferencia de prensa.
Señaló que en el área metropolitana de Tokio no ha habido una disminución clara en la cantidad de personas que visitan los lugares de entretenimiento por las noches, y mencionó la probable necesidad de nuevas medidas para prevenir la propagación de la infección.
El 2 de enero, cuatro gobernadores de las prefecturas del Gran Tokio pidieron al gobierno del país que revisara la posibilidad de introducir un régimen de emergencia.
La situación con el coronavirus en Japón comenzó a empeorar desde principios de noviembre, y en diciembre se actualizaron periódicamente los registros de crecimiento diario y mortalidad. El número total de casos superó los 245.000, se reportaron más de 3.600 muertes.
El régimen de emergencia operó en Japón en abril y mayo del 2020 durante la primera ola de la pandemia. Durante este período no se introdujeron restricciones severas de movimiento o multas. Se instó a los habitantes del país a no abandonar sus hogares innecesariamente, y se cerraron instituciones educativas, centros comerciales, discotecas, bares, museos, teatros y otras instalaciones a pedido de las autoridades. Las empresas han transferido a la mayoría de sus empleados al trabajo a distancia. Los restaurantes y cafés trabajaron en un horario más corto, en su mayoría solo para entregas. Al mismo tiempo, durante el segundo aumento de la incidencia (en julio y agosto), las autoridades no tomaron medidas similares.