La elección por el pueblo de Venezuela de su Asamblea Nacional devino triunfo esencial para el retorno a la institucionalidad.
El 5 de enero se instalará en Venezuela una nueva Asamblea Nacional (AN), electa por el pueblo venezolano en los comicios legislativos celebrados el 6 de diciembre de 2020.
La AN habrá de cubrir un periodo de cinco años de labor, enfocada en lo fundamental en la recuperación económica del país y en vencer una agenda de agresión promovida por la Administración de Estados Unidos y secundada por la Unión Europea y otros países.
El nuevo Legislativo estará integrado por 277 diputados. Provienen, en su mayoría, del Gran Polo Patriótico, que en las elecciones de diciembre obtuvo el 67.6 por ciento de los votos emitidos y ganó 253 curules de las 274 en disputa (91,34 por ciento).
Profunda renovación dentro de la Revolución
En recientes intercambios con los nuevos legisladores, el presidente Nicolás Maduro los invitó a ponerse a la cabeza del esfuerzo por la recuperación económica, la creación de una Mesa de Diálogo Nacional y la construcción de un poderoso Poder Comunal.
El mandatario venezolano también les solicitó apoyo para combatir contra el bloqueo, recuperar las fuentes de ingresos del país y «enfrentar el burocratismo, a los infiltrados y a los corruptos”, recalcó.
Insistió además en que la nueva Asamblea Nacional tiene que ser “la cabeza de un proceso de renovación profunda dentro de la Revolución. Es el camino que tenemos que tomar”, aseveró.
Camino de encuentro y deliberación democrática
El ejercicio electoral que marcó el nacimiento de la nueva AN constituyó una victoria de la democracia y la vocación de paz del pueblo de Venezuela.
Devino, además, muestra fehaciente de la iniciativa política y convocatoria del Gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico, que durante la Revolución Bolivariana han ganado 23 de las 25 elecciones a las que han concurrido.
El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó las elecciones del 6D como parte del encuentro y la deliberación democrática.
Al señalar lo que representaron esos comicios en el camino futuro del país, la alcaldesa de Caracas, Erika Farías, afirmó que constituyeron «un acto estratégico para la estabilidad de Venezuela».
El periodista y teórico de la comunicación, Ignacio Ramonet, destacó la determinación de celebrar el sufragio en la fecha que estipula la Constitución y que se adoptaran las medidas sanitarias indispensables para impedir contagios de la Covid-19.
En la senda del diálogo
El Gobierno Bolivariano ha reiterado en todo momento su disposición a sostener un diálogo sistemático y fluido con la oposición constructiva de Venezuela.
La dirección política de la Revolución no ha renunciado a la senda del diálogo ni siquiera tras la tentativa de una parte de la oposición, extremista y servil al Gobierno de Estados Unidos, de tomar el poder por la violencia durante las «guarimbas» de 2017.
Como frutos de ese diálogo sobresalen la renovación del Consejo Nacional Electoral y la convocatoria a las elecciones legislativas celebradas el 6 de diciembre, entre otros hitos.
Estos pasos formaron parte de los acuerdos emanados de la mesa de diálogo nacional instalada en septiembre de 2019 entre el Gobierno Bolivariano y agrupaciones políticas opositoras.
El efecto movilizador del diálogo y la convocatoria a los comicios del 6D también se reflejó en la postulación de alrededor de 14.000 candidatos para dicho sufragio, provenientes de un centenar de organizaciones políticas con un amplio diapasón de tendencias ideológicas.
Representantes de la oposición resaltaron las garantías de esos comicios en comparación con anteriores, como expresó el secretario general del partido Cambiemos, Timoteo Zambrano.
Por su parte, José Gregorio Correa (Alianza Democrática) destacó la rapidez y eficacia del proceso de votación. Reconoció, además, la colaboración de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de los diversos entes que nutren el sistema electoral.
El dirigente opositor Enrique Ochoa Antich expresó que en Venezuela nunca ha existido fraude en los procesos electorales que se han efectuado en los últimos 20 años, si no resultaría imposible explicar las victorias de la oposición en anteriores convocatorias.
Otro paso decisivo para devolver al país la tranquilidad y el curso institucional fue la elección, en julio de 2017, de una nueva Asamblea Nacional Constituyente (ANC), sufragio al que concurrieron más de ocho millones de electores.
A contrapelo de la AN en desacato, que se comprometió con la violencia y el bloqueo de EE.UU., la ANC retomó la agenda nacional y popular. Como expresó el presidente Nicolás Maduro, concluyó su labor dejando un país en paz, unido y más fuerte democráticamente.