En los últimos días, la Fuerza Aérea afgana ha lanzado una serie de ataques contra objetivos de los extremistas talibanes.
Las posiciones militares de los talibanes fueron atacadas en las provincias de Farah y Daykundi.
Como resultado del ataque aéreo en el distrito de Gizab de la provincia de Daikundi, siete extremistas talibanes murieron y dos bases militares fueron destruidas.
El 28 de diciembre, 11 miembros de al-Qaeda y dos combatientes del Talibán murieron en un ataque aéreo afgano en el distrito de Nawa de la provincia de Helmand, donde los instructores de Al-Qaeda supuestamente entrenaron a los miembros del Talibán para producir artefactos explosivos. El 26 de diciembre, el FBI informó de la eliminación de 15 talibanes y cuatro miembros de al-Qaeda en la misma zona.
El 28 de diciembre, la Fuerza Aérea de Afganistán atacó las posiciones de los talibanes en el área de Panjwai en la provincia de Kandahar.
La Fuerza Aérea de Afganistán llevó a cabo ataques aéreos en respuesta al número cada vez mayor de ataques contra civiles y fuerzas militares. Las explosiones sacuden Kabul a diario. Por ejemplo, un autobús con empleados de la Oficina Central de Estadística de Afganistán fue golpeado por una artefacto explosivo improvisado en la capital. La responsabilidad del ataque fue asumida por el Vilayat de Horasan de la rama local terrorista del ISIS.