Venezuela sortea nuevos ataques a la paz y estabilidad


Los organismos de seguridad e inteligencia de Venezuela sortean hoy nuevos ataques contra la paz y estabilidad del país, cuando restan pocos días para la instalación de la nueva Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).

El Gobierno bolivariano develó la víspera una conspiración gestada en Colombia con la participación de elementos de ese país y sectores de la extrema derecha venezolana, con el objetivo de boicotear la toma de posesión de los diputados electos en los comicios del 6 de diciembre último.

La ministra del Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, precisó que el plan desestabilizador incluía ataques a enclaves estratégicos como la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar y la refinería de Amuay, así como el asesinato del fiscal general de la República, Tarek William Saab, entre otros funcionarios.

El complot terrorista preveía la ocupación del Batallón 825 del estado Aragua, además de la toma de la sede del ente parlamentario y otros puntos clave de la ciudad de Caracas.

Entre los implicados en el complot figuran tres presuntos agentes de los servicios de inteligencia de Colombia, por quienes las autoridades venezolanas ofrecieron recompensas de 500 mil dólares por cualquier información que conduzca a su identificación o captura.

Durante un encuentro con gobernadores y alcaldes, el mandatario, Nicolás Maduro, presentó retratos hablados de los tres individuos, señalados por participar en una reunión celebrada el 21 de diciembre en la localidad colombiana de Riohacha para planificar la serie de atentados y sabotajes contra objetivos civiles y militares.

Maduro denunció además que el plan terrorista se encuentra bajo la dirección del cabecilla opositor Leopoldo López, protegido del Gobierno de España luego de violar su prisión domiciliaria en abril de 2019 y posteriormente escapar del territorio venezolano.

De acuerdo con la denuncia formulada por el Ejecutivo bolivariano, la organización de la trama criminal partió de la reciente visita a Colombia del dirigente de la extrema derecha, quien durante su estancia en el vecino país sostuvo un encuentro con el mandatario neogranadino, Iván Duque.

Los organismos de seguridad ya procedieron a la captura de varios de los implicados en la fallida conspiración, la cual constituye apenas una de las facetas de los planes del sector más radical de la oposición para dar al traste con el hilo democrático y constitucional en el país.

En un acto sin validez jurídica alguna, el diputado opositor Juan Guaidó y la facción parlamentaria que lo acompaña decidió prolongar un año más la vigencia de la actual legislatura, la cual cesa sus funciones el 5 de enero con la instalación de la nueva Asamblea Nacional.

Basadas en una serie de interpretaciones aberrantes de la Constitución, las maniobras para extender el período legislativo pasan por la necesidad de investir de un halo de legalidad el pretendido gobierno interino de Guaidó, reconocido por la administración estadounidense de Donald Trump como presidente encargado.

El supuesto mandatario interino desempeñó un rol protagónico desde enero de 2019 en la estrategia impulsada desde Washington para generar un cambio de régimen en la nación sudamericana, y sirvió de pretexto para despojar al Estado venezolano de miles de millones de dólares en activos internacionales.

‘Frente a esas ínfulas de autoproclamación y extensión ilegal e inconstitucional de supuestos mandatos, que se cumpla la ley y se haga justicia’, demandó el jefe de Estado, Nicolás Maduro, durante una reciente alocución a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Maduro ratificó la voluntad de trabajar de conjunto con el nuevo poder legislativo para avanzar en la solución de los problemas más acuciantes del país, en especial la recuperación económica de manera sostenible y definitiva, así como la defensa de la paz y la integridad territorial.

A pesar de las presiones externas para boicotear el proceso, unido a la complicada situación económica y los reiterados llamados a la abstención, Venezuela celebró elecciones parlamentarias, signadas por el abrumador triunfo de la alianza del Gran Polo Patriótico, la cual conquistó 253 escaños de 277 en la Asamblea Nacional

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