Presidente de Siria Bashar Al-Asad y el presidente Putin optan por aumentar la cooperación antiterrorista


Los presidentes de Siria y Rusia acuerdan cimentar lazos, mientras ambas naciones se hallan inmersas en una lucha antiterrorista sin cuartel en el país árabe.

El mandatario sirio, Bashar al-Asad, envió el miércoles un mensaje de felicitación por el Año Nuevo a su par ruso, Vladimir Putin, en el que se manifestó esperanzado con el hecho de que Damasco y Moscú continúen con sus cooperaciones en diferentes campos, incluida la lucha antiterrorista.

“El presidente Al-Asad […] expresó su deseo de que en el año entrante ambos países, con esfuerzos mancomunados, consigan un relevante éxito en la lucha contra el terrorismo y continúen fortaleciendo las relaciones bilaterales en todas las esferas, en bien de sus pueblos”, según comunicó el Gabinete del presidente sirio.

En un mensaje dirigido a su homólogo sirio por el mismo motivo, Putin abogó, por su parte, por más cooperaciones entre las dos naciones y enfatizó la necesidad de que se restaure la estabilidad en todo el territorio de Siria.

Del mismo modo, resaltó la disposición de Rusia a continuar persiguiendo una solución a la crisis siria y eliminar todos los problemas en este sentido.

Desde septiembre de 2015, Rusia apoya al Ejército sirio, a petición del Gobierno de Damasco, en la lucha contra las bandas terroristas. De hecho, con el respaldo de sus aliados, las Fuerzas Armadas sirias han podido recuperar gran parte del territorio que había caído en manos de los terroristas y, actualmente, están muy cerca de lograr la victoria final.

Al-Asad ha agradecido, en reiteradas ocasiones, el apoyo de Moscú, calificando de “esencial” la presencia de Rusia en su país para luchar contra el terrorismo y lograr un equilibrio internacional.

Tanto Siria como Rusia, que están determinadas a recuperar todo el territorio del país levantino de manos de todos los ocupantes, han denunciado la agenda desestabilizadora de EE.UU., que, además de apoyar el terrorismo, consiste en duras presiones económicas contra Damasco.

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