El ex presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, dijo en el aire del «5 Kanal» ucraniano que había autorizado la operación para detener a 33 rusos en Minsk este verano del 2018.
“Quiero enfatizar que a fines del 2018, el entonces Comandante en Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Petro Poroshenko, autorizó esta operación”, dijo.
Según él, personas específicas interrumpieron la operación especial. Poroshenko dijo que recomienda encarecidamente la creación de una comisión de investigación temporal e interrogar a todos los participantes en el proceso.
El 29 de julio, las autoridades bielorrusas anunciaron el arresto de 33 rusos, quienes, según Minsk, eran «militantes» de una compañía militar privada. El Comité de Investigación de Bielorrusia aclaró que eran supuestamente sospechosos de preparar disturbios en el país. Al mismo tiempo, los servicios especiales del país recibieron información sobre la llegada de más de 200 militantes a Bielorrusia para desestabilizar la situación durante la campaña electoral. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia enfatizó que la odiosa interpretación de la detención de rusos por parte de Bielorrusia no resiste las críticas. El secretario de prensa del presidente de Rusia, Dimitri Peskov, dijo que los ciudadanos de Rusia detenidos son empleados de la empresa de seguridad privada, que se dirigían a otro país en tránsito por Bielorrusia, pero perdieron su vuelo. Ellos, como dijo Peskov, no cometieron acciones ilegales, y Moscú no interfirió ni interfiere en los asuntos de Minsk. Posteriormente, la Procuraduría General de Rusia informó que 32 rusos ya habían regresado a su tierra natal, y uno de los rusos detenidos, que también tenía la ciudadanía bielorrusa, permanecía en la república.
Más tarde, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que el incidente con la detención de rusos en Bielorrusia fue una operación conjunta de los servicios especiales ucranianos y estadounidenses.