El presidente derechista Jair Bolsonaro se burló de las torturas que sufrió Rousseff durante la dictadura militar.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó este martes las ofensas proferidas por el mandatario Jair Bolsonaro contra la expresidenta Dilma Rousseff.
El lunes, frente al Palacio de la Alborada, residencia oficial del Presidente de esa nación, el líder derechista se burló de las torturas sufridas por Dilma en los años que estuvo presa durante la dictadura militar (1964-1985).
En un mensaje difundido a través de la red social Twitter, Lula manifestó que «Brasil pierde parte de su humanidad cada vez que Jair Bolsonaro abre la boca», y se solidarizó con Dilma, a quien llamó «una mujer con el coraje que nunca conocerá Bolsonaro, un hombre inútil», agregó.
Horas antes, en un comunicado de respuesta a las ofensas, Rousseff calificó al actual mandatario de «fascista» cuyas bromas reflejan «la naturaleza de un torturador» e insultan «a miles de víctimas de la dictadura militar» y a sus familiares, recalcó.
Agregó que «Bolsonaro no tiene respeto por la vida, es un defensor de la tortura y los torturadores, y es insensible a la muerte y la enfermedad, como ha demostrado ante las casi 200.00 mil muertes causadas por la Covid-19».
Este martes, un total de 23 expresos políticos y víctimas de la dictadura militar enviaron una carta al Supremo Tribunal Federal y el Congreso, solidarizándose con Dilma Rousseff y exigiendo que se adopten medidas ante el ataque de Bolsonaro.
Los firmantes de la misiva catalogaron su actitud de «irresponsable e incompatible con su cargo», y expresaron que no permitirán que Brasil «vuelva a hundirse en el fascismo y el oscurantismo».