La vacuna contra el coronavirus finalmente llegó a la ciudad de Nueva York, pero algo salió mal. El departamento de salud estatal cree en que la Clínica Médica Brooklyn ParCare distribuyó la vacuna a la población en general, y los médicos y ciudadanos prioritarios, residentes y empleados de hogares de ancianos, se quedaron sin vacunas. Una investigación está en curso. La clínica lo niega todo.
El jefe del departamento, Howard Zucker, cree que seis clínicas de la red ParCare pueden haber obtenido el medicamento de manera fraudulenta y haberlo transferido a otras partes del estado, enviándolo al público.
“Nos tomamos esto muy en serio y el Departamento de Salud ayudará a la policía estatal en la investigación criminal del caso”, dijo Zucker.
En su defensa, representantes de la clínica respondieron que la institución coopera con las autoridades estatales. ParCare dijo en un comunicado que los médicos solo vacunan a los ciudadanos que ahora cumplen con todos los requisitos necesarios (de acuerdo con las instrucciones del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York), incluidos los médicos y los trabajadores de emergencia.
Un portavoz de la clínica mostró un correo electrónico a The New York Post confirmando la recepción de 2.300 vacunas ParCare del Departamento de Salud.
“Estamos seguros de que la investigación demostrará que ParCare siempre ha hecho todo lo posible por cumplir con todos los requisitos del Departamento de Salud. Esto nos permitirá continuar proporcionando estas vacunas críticas a los neoyorquinos que más las necesitan”, dijo la clínica en un comunicado.
La vacunación masiva contra el COVID-19 en los Estados Unidos comenzó hace apenas dos semanas, pero el público estadounidense ya enfrenta desafíos de distribución.
Anteriormente, se identificaron los primeros intentos de fraude de vacunas en Alemania. Los atacantes envían invitaciones de vacunación falsas, exigiendo hasta seis mil euros por vacunarse.