El presidente ruso, Vladimir Putin, pasó muchos días al teléfono para poner fin al estallido en Nagorno-Karabaj, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
«No tenemos idea [de lo que Putin le dijo a Bakú y Ereván para detener el conflicto], porque el presidente estaba involucrado en esto personalmente y pasó muchos, muchos días con un teléfono en la mano», dijo Peskov a la emisora Rossiya 1.
También habló con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, agregó el portavoz.
«Rusia ha jugado un papel clave para detener el derramamiento de sangre», enfatizó, y señaló que es «muy difícil sobreestimar» los esfuerzos de Putin.
Según Peskov, Rusia logró resolver el problema solo gracias a mantener relaciones buenas, constructivas y de respeto mutuo con Bakú y Ereván.
El conflicto de Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán, de décadas de duración, estalló a finales de septiembre, lo que provocó bajas militares y civiles en ambos lados. Las hostilidades terminaron después de que las partes acordaron un alto el fuego mediado por Rusia el 9 de noviembre. El acuerdo resultó en la pérdida de la mayoría de los territorios controlados por la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj y el despliegue de fuerzas de paz rusas en la región.