Helicópteros de la aviación del ejército de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas realizaron patrullas aéreas de la autopista M-4 de importancia estratégica en la provincia de Haseke, en el noreste de Siria.
«Hemos realizado patrullas aéreas a lo largo de la ruta de la autopista M-4 y el territorio adyacente. No se han identificado formaciones armadas ilegales ni violaciones del régimen de alto el fuego», dijo uno de los pilotos a periodistas tras el allanamiento.
Según el piloto, los helicópteros patrullan el terreno a una altitud extremadamente baja, de 50 a 100 m. Los vuelos se realizan sin puntos de referencia en tierra, con un uso limitado de los sistemas de navegación. Los pilotos y observadores a bordo deben asegurarse de que no haya congestiones de vehículos estacionados en la carretera y que no haya grupos armados ilegales en las inmediaciones.
El grupo incluye dos helicópteros: el primero es el Mi-8AMTSh, seguido del Mi-35 de transporte-combate, que está listo, si es necesario, para responder a las provocaciones desde tierra con una salva de cohetes. Además de la potencia de fuego, señalan los pilotos, los vehículos rusos tienen una capacidad de supervivencia única, lo que los convierte en oponentes serios en caso de choque.
El 22 de octubre de 2019, los presidentes de la Federación de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Tayyip Erdogan, en una reunión en Sochi, aprobaron un memorando sobre acciones conjuntas para resolver la situación en el noreste de Siria. Según el documento, la policía militar rusa y las fuerzas sirias fueron llevadas a áreas fronterizas con la zona de seguridad turca. El 1 de noviembre del mismo año, las tropas rusas y turcas iniciaron patrullas conjuntas al este del río Éufrates.
Los pilotos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, además del reconocimiento aéreo, durante las patrullas participan en la escolta de las columnas de la policía militar.