El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó una nueva ley que garantizará la inmunidad de por vida contra el enjuiciamiento de los ex presidentes de Rusia después de que dejen el cargo, y también extenderá las protecciones a las familias de los ex jefes de estado.
En la práctica, significa que Putin no puede ser procesado por delitos penales o administrativos después de dejar el Kremlin. Las mismas reglas se aplicarán a Dmitry Medvedev, quien ocupó el cargo de 2008 a 2012, y a todos los futuros titulares de cargos. La nueva configuración se incluyó en enmiendas constitucionales, aprobadas por votación pública en junio, que introdujeron cambios significativos en el sistema de gobierno de Rusia.
El proyecto de ley extiende el sistema de inmunidad presidencial anterior hasta antes de que la persona en cuestión asumiera el cargo. También serán excusados de arrestos o registros, así como de interrogatorios por parte de la policía o investigadores. Anteriormente, estas protecciones solo cubrían acciones, realizadas durante el tiempo en el cargo o investigaciones de acciones, relacionadas con deberes presidenciales.
Según la nueva ley, el parlamento nacional, la Duma del Estado, tendría que aprobar los cargos de traición u otro delito grave para apuntar a un ex presidente. Los Tribunales Supremo y Constitucional también tendrían que estar de acuerdo. Luego, basándose en esas recomendaciones, el Consejo de la Federación tomará una decisión final. El proyecto de ley también otorga a los ex presidentes un puesto vitalicio en el organismo, la cámara alta de la Asamblea Federal de Rusia.
Para algunos, el proyecto de ley se interpretará como una clara señal de que Putin está preparando el terreno para dejar el cargo de presidente más temprano que tarde, a pesar de que otra sección de las enmiendas constitucionales le permite permanecer en el poder hasta 2036, en caso de que gane -elección