Prensa extranjera: Israel debe negarse a suministrar armas a Azerbaiyán o suministrarlas a Armenia

Israel debe adoptar una nueva estrategia de comportamiento en el entorno cambiado y comenzar a entablar amistad con Armenia, sin detener la amistad con Azerbaiyán. A esta conclusión Dmitry Shufutinsky en su artículo sobre Algemeiner.

El autor sugiere que Israel siga una política más equilibrada en la región, ofreciendo amistad a Armenia, pero sin abandonar a su aliado Azerbaiyán. La razón de esto se llama Turquía, que ha pasado de ser un amigo de Israel a un rival geopolítico.

Apoya abiertamente a Hamas, aplasta a los aliados kurdos de Israel y busca islamizar Azerbaiyán enviando yihadistas sirios a luchar contra Armenia en su nombre. Ankara también ha infringido los intereses económicos de gas de Israel en el Mediterráneo. Es hora de que Jerusalén abandone los temores de ofender a Ankara y reconozca el genocidio armenio

Además, Jerusalén debe decidir rechazar o no suministrar armas a Azerbaiyán. Después de la conclusión de la paz con Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, Israel ya no depende en gran medida del petróleo de Azerbaiyán, por lo que si Bakú se niega a suministrar armas, Jerusalén no se verá muy afectada por la negativa a suministrar petróleo a Bakú.

Hay otra opción: sin negarse a suministrar armas a Azerbaiyán, comenzar a suministrar armas a Armenia en la misma calidad y cantidad, lo que ayudará a mantener un equilibrio entre los países en caso de un nuevo conflicto militar.

Israel debe negarse a suministrar armas a Azerbaiyán o suministrar también a Armenia.

Según el autor, si Israel puede establecer buenas relaciones con Bakú y Ereván, puede actuar como un pacificador en la región, reduciendo significativamente la influencia de Turquía e Irán. Así, a costa de Israel, aumentará la influencia de Estados Unidos y Francia y disminuirá Rusia, cuyos aliados son los turcos e iraníes.

Si Jerusalén quiere enfrentarse a Ankara, necesita tantos aliados como sea posible. Y si Israel va a ser una luz para las naciones, debe establecer el estándar de oro cuando se trata de reconocer el genocidio.
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