Irán envía una flota de buques de guerra a las aguas internacionales para proteger sus embarcaciones comerciales


Teherán ha intensificado su presencia militar en aguas internacionales citando la necesidad de proteger sus intereses comerciales. Sus petroleros han estado suministrando petróleo a Venezuela, que al igual que Irán, actualmente se enfrenta a sanciones estadounidenses. Estados Unidos afirma haber interceptado varios de esos barcos, pero Teherán niega estas acusaciones.

La Armada iraní ha anunciado que la flotilla 71 del país partió hacia aguas internacionales desde el puerto de Bandar Abbas con el objetivo de proteger los buques comerciales de la nación. La flota que partió incluye la fragata Alborz y el porta-helicópteros Khark.

La flotilla 71 reemplazará a la flota 70, que acaba de regresar de una misión similar en la que el destructor Sabalan y el buque de guerra logístico Lavan custodiaban los barcos y rutas comerciales iraníes.

Mayor presencia militar en medio del comercio con Venezuela golpeada por sanciones

Teherán ha intensificado sus operaciones navales en aguas internacionales en los últimos tiempos, con el país luchando para superar las sanciones impuestas por Estados Unidos a su comercio de petróleo. Irán ha estado suministrando a otro país afectado por las medidas económicas estadounidenses, Venezuela, combustible y componentes para operar refinerías de petróleo, a pesar de las protestas de Washington.

Estados Unidos afirma haber interceptado y llevado a costas estadounidenses varios buques iraníes con destino a Venezuela. Teherán, sin embargo, insiste en que ninguno de sus barcos fue capturado, afirmando que los barcos mencionados por Washington no navegaban bajo bandera iraní.

La creciente presencia iraní en aguas globales también se produce en medio de que la marina de los Estados Unidos realiza patrullas militares regulares dentro del Golfo Pérsico, a pesar de las protestas de la República Islámica. Teherán dice que las flotas estadounidenses tienen una influencia desestabilizadora en la región e instó a las potencias locales a garantizar la seguridad del Golfo sin recurrir a la ayuda de países externos.

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